Suena contradictorio: no puedes ser bueno en algo que no te apasiona. La pasión es lo que mueve todo en tu vida profesional y personal.
Descubrí que soy buena para las ventas y siempre he pensado que no es el área en la que me gustaría enfocar toda mi vida. Sin embargo ha sido el área que me ha permitido mostrar todas mis habilidades como profesional y crecer dentro de las compañías. Esto sucede por una sola cosa, me apasiona el contacto con las personas, la posibilidad de conocer y vivir a través de experiencias.
Ser vendedor no es una carrera universitaria, ni es algo que te enseñan en el colegio. Vender es algo que aprendes en la vida, cuando te das cuenta que puedes ayudarle a las personas hacer su vida más fácil y exitosa a través de un intercambio costo - beneficio.
Y si piensas bien, todos desde algún punto de la vida vendemos. Cuándo vas a la entrevista de trabajo, cuándo deseas recibir apoyo a tu idea de negocio, cuándo presentas tu novio a tus amigas, en mucha de las decisiones que tomamos día a día nos estamos vendiendo. Es un proceso que haces de forma implícita, rutinaria y exitosa.
Siempre que vas hacer una venta sigues un proceso circular de manera automática, pero no significa que sea obvio y en ocasiones lo omitimos, plantea de acuerdo a tu producto/servicio si lo estas haciendo bien.
Siempre que logres tener el proceso claro y lo ejecutes de forma correcta no existirá venta difícil, y aunque hallan un par de NO siempre tendrás un SÍ.
Como consejo les recomiendo escuchar, que la conversación sea un 80/20, no importa lo que digan, sin darte cuenta tu cliente comprará sin haberle dicho el precio y su beneficio. Objeta de forma positiva y nunca pero nunca, hables ni mal ni bien del que puede ser tu competencia. Puedes usar frases para evadir como, “No se que te ofrecen, te garantizo que yo te doy…”