A lo largo de nuestras vidas adquirimos ciertas costumbres, formas de actuar y nociones. A medida que pasa el tiempo y según la experiencia que ganamos, tendemos a ver la vida de cierta manera, por ejemplo, hay personas que ven el mundo en blanco y negro y otras en escalas de grises, algunas personas ven en colores y creen en unicornios. Existen todo tipo de personas con más de una forma de actuar, pero, ¿qué nos lleva a esto?
Claro, los factores que mencione más arriba tienen que ver pero ¿podría también estar definido por nuestra cultura? ¿El lugar en el que crecimos? Al estar tan sumergido en el día a día, podemos darnos cuenta que siempre tenemos una idea o un instinto de cómo van a ir las cosas, ya sea a nivel social, económico o político.
Muchas veces he esperado el peor resultado posible, y más veces de lo que me gusto, tuve razón. Es algo que, según los casos, ya podía predecir el resultado e intentaba prepararme acorde a eso. Generalmente (según el entorno en el que estaba) era algo más habitual al momento de cambiar de trabajo y más si se solía estar en un lugar donde el clima laboral was far from good, existía ya esa voz en la cabeza que te decía “¿y si es peor?” “mejor quédate con lo que ya conoces antes de ir a un lugar peor”, no se abría la posibilidad que este nuevo trabajo o circunstancia, sea mejor de lo que se estaba viviendo, donde se muestre respeto y empatía.
Mi shock cultural a la Cultura Platzi
Venir a Bogotá y a Platzi significó un gran cambio de vida para mí, dejar mi ciudad, mi trabajo anterior, mis amigos, todo lo que conozco y resetear mi chip mental, abrirme a nuevas experiencias y a nuevas nociones, a una nueva cultura, pero no solo la colombiana, sino que a la de Platzi (apuesto que más de uno está familiarizado con la Cultura Platzi) y obviamente tuve muchísimas dudas y miedos, pero sin lugar a dudas fue una decisión acertada. Puedo admitir que traje conmigo esa costumbre poco sana de “esperar lo peor” y algo que me ha sorprendido y continúa haciéndolo de Platzi es la premisa de “esperar lo mejor y no asumir lo peor”, es totalmente contraria a lo que estaba habituada.
Incluso es algo que puedo verlo desde mi lugar en Student Success, donde estamos en contacto con los estudiantes, futuros estudiantes, ex estudiantes y cualquier persona que nos escriba a [email protected] y podemos notar cuando alguien está acostumbrado – como yo – a esperar lo peor de un servicio o de una empresa. Sin embargo, nuestra misión como equipo y como empresa, son nuestros estudiantes y buscamos siempre lo mejor para ellos en todas las áreas que nos competan. Siempre estamos dispuestos a escuchar, leer y más que nada ayudar a todos nuestros estudiantes y aprendemos de ellos tanto como ellos de nosotros y si no me creen, les invitó a escribirnos, a escribirme y con gusto les ayudaré en lo que necesiten.
Y esto no es solo aplicado del equipo para afuera, sino que también es el mindset de expectativas para todo lo que concierne al equipo interno. Todos estamos dispuestos a ayudarnos sin importar a que equipo uno pertenezca, ya que al final del día todos pertenecemos a la Comunidad Platzi, y la mejor manera de avanzar es en armonía y en conjunto.
Es por esto que hoy en día también me encuentro en un proceso de adaptación distinto al de “me mudé de país” sino que a resetear mi chip mental y cambiar la visión que tenía por esta nueva, que en lo personal me parece muchísimo mejor y como aprendemos en Platzi, no esperemos el peor resultado posible si no que atrevámonos a soñar en cómo triunfar.