Hace una semana compartí contigo el primer post de esta serie sobre frameworks o metodologías de diseño, donde te hablé del estándar de Diseño centrado en las personas y de la metodología de User Centered Design.
Recuerda que el estándar del Diseño Centrado en las Personas y sus principios fundamentales es en lo que se basan todas las metodologías. Lo que nos dice este estándar es que un diseño se debe basar en una comprensión explícita de los usuarios, tareas y entornos, para ello se aplican procesos iterativos en los que se aborde toda la experiencia del usuario y se evalúe constantemente con usuarios reales.
Esta semana me gustaría que profundicemos en una de las metodologías más populares del diseño, el Design Thinking.
El Design Thinking es una metodología de diseño que se basa en hallar un punto de encuentro entre la deseabilidad, la viabilidad y la factibilidad para crear productos y servicios excelentes.
Una de las empresas con mayor expertisse en Design Thinking es IDEO.
Tim Brown, Executive Chair de IDEO, la define como:
Una aproximación a la innovación centrado en las personas que emana de la caja de herramientas de los diseñadores para integrar las necesidades de las personas, las posibilidades de la tecnología y los requerimientos para el éxito del negocio.
Lo interesante del Design Thinking es que se basa en procesos de divergencia y convergencia.
Para comenzar a realizar Design Thinking, únicamente necesitas conocer sus características fundamentales:
Si quieres profundizar más en las habilidades que te ayudarán a aplicar esta metodología, te invito a leer sobre el design thinking como actitud.
Quizás te sorprenda saber que el Design Thinking es un trabajo en equipo. Esta metodología se basa en la realización de talleres o workshops colaborativos del equipo de diseño y los stakeholders en momentos clave, para fomentar el pensamiento colaborativo y la toma de decisiones conjunta y consensuada.
A continuación, puedes ver un ejemplo real de proceso de innovación utilizando Design Thinking donde podrás ver esta forma de trabajo colaborativa.
El proceso de Design Thinking se compone de 3 fases generales: entender, explorar y materializar.
A su vez, estas fases se dividen en 2 cada una, teniendo un total de 6 pasos en el proceso de Design Thinking:
Este ejercicio sirve para profundizar en la experiencia del usuario y sus sentimientos hacia el producto o servicio. Se lleva a cabo investigación para entender a los usuarios.
Con este ejercicio generamos ideas previas a la lluvia de ideas. Lo importante es que pensemos en cómo podríamos solucionar el problema que estamos identificando. Se identifican y examinan los problemas de los usuarios
Se piensan un montón de ideas para resolver el problema. Realizar un guion gráfico nos ayudará a idear cómo podría ser el viaje de los usuarios por el producto o servicio.
Se comienzan a crear representaciones reales y tácitas de esas ideas, con los primeros prototipos en papel, o lo que es lo mismo, se hacen bocetos. Si estás llevando a cabo un taller con stakeholders, puedes solicitar que cada persona haga un boceto de un punto del proceso, o que todo el mundo lo realice del mismo punto, para alcanzar una visión común.
En esta etapa se recoge feedback de los usuarios sobre los prototipos. Esta técnica es muy útil cuando trabajamos con interfaces de voz. Consiste en que una persona reacciona igual que lo haría la máquina, por ejemplo en un chat. De esta forma, puedes testear el diseño de la interfaz conversacional sin necesidad de código.
Después de haber explorado, definido, ideado y prototipado, es hora de llevar tu visión a la vida real. Esta fase implica transformar esos conceptos e ideas en soluciones tangibles y funcionales. Aquí es donde se pone a prueba la viabilidad de tus propuestas y se inicia el camino hacia la ejecución.
Recuerda que estos procesos no son lineales, sino cíclicos, y que deberás adaptar las fases al producto. Por ejemplo, no es infrecuente que, tras la fase de testeo, debas volver a la de prototipado, o incluso a fases anteriores.
El Design Thinking es una de las metodologías más extendidas en cuanto a marcos de trabajo para innovación en diseño. Principalmente nos ayuda a:
El Design Thinking se usa para cualquier tipo de proceso de innovación y de diseño que lleves a cabo.
Puede utilizarse a pequeña o gran escala, es decir, tanto para un proceso de desarrollo de un nuevo feature de un producto ya lanzado o si queremos lanzar una compañía para ayudarnos a entender a los usuarios sobre el valor que les estamos dando con nuestro producto.
Seguro con este post ya tienes una idea mucho más clara de qué es el Design Thinking. Si quieres profundizar más, te invito a empezar a tomar el curso de Design Thinking que encontrarás en la Facultad de Diseño de Platzi.