Predicciones sobre AI que serán realidad (y sus consecuencias) - Andrés Anaya

Clase 19 de 33Platzi Conf Bogotá 2024

Resumen

¿Cómo se relaciona la conciencia humana con la inteligencia artificial?

Explorar la conexión entre la conciencia humana y la inteligencia artificial (IA) abre preguntas fascinantes y, algunas veces, inquietantes. Nos encontramos en un momento tecnológico donde las máquinas comienzan a exhibir comportamientos que parecen inteligentes o "conscientes", pero ¿realmente es así? La IA puede realizar tareas complejas de manera eficiente, pero eso no implica necesariamente que sean conscientes como nosotros.

¿Qué es la conciencia?

La conciencia es una de las áreas más enigmáticas de la experiencia humana. Imagina por un momento la sensación táctil de tu espalda sobre la silla en que te sientas; no te habías dado cuenta hasta que lo mencionamos, ¿verdad? Esto nos muestra que la conciencia implica atención selectiva. Mientras el cerebro realiza múltiples tareas de manera simultánea, solo algunas son conscientes.

¿Red neuronal es igual a mente consciente?

Es fácil caer en la trampa de asumir que redes neuronales complejas equivalen a mentes conscientes. Tecnologías como las redes neuronales recurrentes y transformadores han avanzado mucho en imitar ciertos procesos cognitivos. Pero estas operan bajo principios de probabilidades y atención, que no igualan la experiencia consciente.

¿Qué significa "atención" en IA?

La "atención" en el mundo de la IA no es equivalente a la conciencia. Es más bien una forma de enfoque, como una lupa que selecciona información importante en un conjunto de datos vasto. La verdadera conciencia es mucho más amplia y compleja, implicando experiencias multifacéticas que la IA todavía no alcanza.

¿Están las máquinas al borde de la conciencia?

La idea de que una inteligencia artificial pueda volverse consciente es materia de ciencia ficción y frecuente fuente de miedo infundado. Los modelos actuales, instancias de atención y algoritmos matemáticos son precisamente eso: modelos computacionales que responden a entradas de datos. No son conscientes en el sentido humano, a pesar de su impresionante habilidad en ciertas tareas.

Modelos matemáticos y la conciencia

Los mecanismos que evalúan datos en IA, como el desvanecimiento del gradiente y los transformadores, plantean sistemas eficientes pero no conscientes. La atención y las probabilidades gobiernan estos sistemas más que cualquier entendimiento consciente del mundo.

¿Qué están haciendo las empresas para entender la IA?

Empresas como Anthropic están investigando formas de abrir lo que llaman la "caja negra" de las redes neuronales para entenderlas mejor. Los autoencoders dispersos, por ejemplo, revelan la polisemanticidad en neuronas individuales, pero esto no indica conciencia alguna.

¿Cómo vemos el futuro de la IA?

Aunque la IA parece desafiante, su potencial es enorme y su capacidad para cambiar nuestro futuro es innegable. A medida que avanzamos, visualizamos una época donde la brecha entre distintas habilidades se acorta significativamente gracias a la educación potenciada por IA. Es crucial eliminar barreras como el lenguaje para crear un modelo universal de idiomas, promoviendo una mayor integración y comprensión global.

¿Deberíamos temer por el futuro laboral?

Muchos temen la pérdida de empleos, pero la historia nos muestra que la tecnología tiende a crear nuevas oportunidades. Las inteligencias artificiales no solo realizarán trabajo existente de manera más eficiente sino también facilitarán la emergencia de nuevas áreas laborales hasta ahora inimaginables.

¿Hacia dónde va el comportamiento inteligente?

El comportamiento inteligente no implica necesariamente un aumento en la conciencia. Las IA del futuro podrían imitar de forma creíble la conciencia humana sin ser verdaderamente conscientes. Su papel en la sociedad será crucial, y cómo las integramos definirá el futuro del comportamiento humano colectivo en un mundo cada vez más dominado por la tecnología.

Reflexiones finales

Nuestra tarea es integrar la IA responsablemente y en sinergia con las habilidades humanas. Así, juntos, podremos alcanzar logros fascinantes, conquistar enfermedades, y, quién sabe, lograr avanzar hacia una civilización intergaláctica. Sigamos aprendiendo y superemos el miedo al cambio tecnológico, abrazando en su lugar las oportunidades que nos ofrece.