Una actividad espejo de la tecnología son las historias. Cada tecnología es relevante por cómo la gente la utiliza: si piensas en el celular que tienes ahora, probablemente hubo una pieza de marketing para venderlo, pero ¿eso coincide con el uso que le das a tu móvil? Probablemente no. Y es que los usuarios siempre nos sorprenden con el uso que le dan a los productos que estamos creando, es por eso que la tecnología y el storytelling son actividades complementarias.
Desde hace mucho tiempo las marcas han construido mucho de la cultura popular en la que hoy vivimos. Un ejemplo claro de todo esto es el caso de Nike, que ha trascendido el tema de vender productos, a vender herramientas y motivaciones para ejercitarse.
Mira el comercial de Axe y piensa en qué tipo de historia está basado. Ahora piensa en Tinder y cómo esta app vive en el mismo territorio de la seducción, trascendiendo la idea de simplemente contar una historia y mostrar lo que puede suceder al usar una marca a crear experiencias a través de la tecnología.
Ahora mira la publicidad de Nike. Es una tienda que se mueve a través de las interacciones de los usuarios. Pero más allá de la tecnología que se utiliza para ponerla en marcha, lo importante es pensar en cuál es la historia en este comercial, y si es una buena historia contada con la ayuda de la tecnología, y no al contrario.
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