Liderazgo Situacional: Estilos Participativo y Directivo
Clase 19 de 27 • Curso para Líderes en Formación
Resumen
¿Por qué es fundamental el enfoque situacional en el liderazgo?
El enfoque situacional en el liderazgo es esencial porque reconoce que no existe un único estilo de liderazgo aplicable a todas las situaciones. Los verdaderos líderes comprenden la necesidad de adaptarse según la competencia y motivación de sus colaboradores, lo que facilita alcanzar objetivos de manera eficiente. Este enfoque es una brújula para los líderes que buscan navegar en el complejo entorno del liderazgo moderno.
¿Cuáles son los estilos de liderazgo situacional?
El liderazgo situacional se caracteriza por dos estilos principales: el participativo y el directivo. Estos estilos no son dicotómicos; por el contrario, se complementan y deben ser utilizados según las particularidades de cada situación y colaborador. La habilidad de un líder radica en equilibrarlos adecuadamente para motivar y dirigir a su equipo.
-
Estilo participativo: Aquí, el líder toma un rol colaborativo, permitiendo que los miembros del equipo participen en la toma de decisiones y resolución de problemas. Este estilo es apropiado cuando los colaboradores son competentes pero buscan validación o están en situaciones desafiantes.
-
Estilo directivo: En este caso, el líder da instrucciones claras y define el camino a seguir. Este estilo es más efectivo cuando los colaboradores carecen de competencia o no están seguros de cómo proceder, pero están motivados para aprender.
¿Cómo se eligen los estilos adecuados según el colaborador?
El enfoque situacional propone un análisis del personal basado en dos dimensiones: su competencia y su motivación. A partir de esta evaluación, el liderazgo puede ajustarse a cuatro escenarios distintos:
-
Colaboradores no competentes pero motivados: Aquí se requiere un alto nivel de dirección para guiar y enseñar, mientras que el apoyo emocional es moderado, ya que la motivación no es un problema.
-
Colaboradores no competentes y desmotivados: Necesitan tanto un alto nivel de dirección como de apoyo emocional. El objetivo es incrementar su competencia y explicar el propósito detrás de las tareas.
-
Colaboradores competentes, pero inseguros: Un nivel bajo en dirección para permitir el espacio de desarrollo es crucial, mientras que el apoyo, en términos de participación y feedback, debería ser alto.
-
Colaboradores expertos y motivados: Estos individuos requieren mínima dirección y moderado apoyo. Estos son los colaboradores empoderados, que operan casi automáticamente y que se benefician de feedback constructivo.
¿Qué retos implica el liderazgo situacional?
Adoptar un liderazgo situacional implica constantemente evaluar y ajustar los estilos de liderazgo a las necesidades del equipo. Se presentan dos preguntas críticas que los líderes deben considerar:
-
¿Cuál es mi estilo de liderazgo actual?: Reflexione sobre si su enfoque es más participativo o directivo. Comprender su estilo predeterminado permite adaptarse mejor a las situaciones particulares del equipo.
-
¿Qué estilo necesita mi equipo ahora mismo?: Evalúe las necesidades actuales del equipo en cuanto a dirección y apoyo. Los líderes efectivos ajustan su enfoque para maximizar el rendimiento y el desarrollo del equipo.
A través de estos interrogantes, los líderes pueden determinar cambios en su enfoque para mejorar las dinámicas laborales y fomentar un entorno de trabajo más eficaz y adaptativo.
Es crucial que los líderes inviertan tiempo en comprender la dinámica de sus equipos y adapten continuamente su estilo de liderazgo para impulsar tanto el crecimiento individual como el éxito organizacional.