Quizá les sea útil:
Creo que la empatía, además, pasa también por el tono con el que respondemos al reclamo en cuestión.
Una cosa es decir "Hola, Brisa. Lamentamos mucho el mal rato que involuntariamente te hicimos pasar. Por favor, ¿podrías contarnos los detalles por inbox?"
Y otra muy distinta “¡Hola, Brisa! ¡Qué pena lo que pasó! 😦 ¿Nos mandas detalles al inbox”
A veces, la seriedad que no siempre se manifiesta en la personalidad de la marca, se hace necesaria.
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