¿Cómo pueden las marcas desarrollar una personalidad única?
Las marcas, al igual que las personas, comunican y se relacionan con su entorno de manera constante. En un mundo donde cada vez más vemos marcas humanizadas, es crucial que una marca tenga una personalidad bien definida. Esta personalidad no solo influye en cómo se comunica una marca, sino también en cómo se comporta, actúa e interactúa con su audiencia. Entonces, ¿cómo pueden las marcas desarrollar una personalidad única que resuene con su público objetivo? Profundicemos en esto.
¿Qué aspectos conforman la personalidad de una marca?
Imaginar que una marca es una persona ayuda a desentrañar su personalidad. Considera estos elementos:
- Estilo de comunicación: ¿Es tu marca tradicional y formal o rebelde e informal?
- Valores emocionales: ¿Transmite gracia, sensualidad, espiritualidad, o una mezcla de estos?
- Actitud hacia el servicio: ¿Es amigable y servicial al tratar con sus clientes?
¿Cómo se manifiestan los diferentes tipos de personalidad?
Las marcas pueden tener diferentes tipos de personalidad que se exhiben en diversos contextos:
- Personalidad invariable: Este es el núcleo que permanece constante, independientemente de las circunstancias. Por ejemplo, una marca puede ser consistentemente amable o contestataria sin importar el contexto.
- Personalidad comunicativa: Describe cómo la marca se comunica con su audiencia. Podría usar un tono inclusivo y evitar lenguaje ofensivo, manteniendo siempre una conexión atractiva con sus seguidores.
- Personalidad de servicio: Se revela en la interacción con los clientes, demostrando cualidades como amabilidad a través de acciones en lugar de palabras.
¿Por qué es importante evaluar la personalidad de la marca de manera consciente?
Es fundamental que las empresas reconozcan los atributos clave de su personalidad de marca en tres esferas: en comunicación, en valores inmateriales y en estilo de servicio. La gestión consciente de estos atributos asegura que la marca se mantenga coherente y fiel a sí misma ante su audiencia.
- Especificidad y consistencia: Define claramente 3 o 4 atributos por tipo de personalidad para mantener la coherencia.
- Gestión estratégica: Usa estos atributos para guiar todas las decisiones de marca, desde la publicidad hasta la atención al cliente.
Consejos prácticos para gestionar la personalidad de tu marca
- Haz un “persona” de tu marca: Crea un perfil detallado como si tu marca fuera una persona.
- Revisa tus interacciones: Asegúrate de que todos los puntos de contacto reflejen fielmente la personalidad de la marca.
- Capacita a tu equipo: Educa a los empleados sobre los valores y el tono de la marca para una comunicación uniforme.
- Escucha a tu audiencia: Evalúa la percepción del público y ajusta la personalidad si es necesario para mejorar la conexión con tus clientes.
Con una personalidad bien definida y consciente, las marcas pueden fijar una presencia sólida y atractiva en el mercado, generando un impacto significativo y duradero.
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