¿Cómo hacer que el mensaje importe?
Cualquier creador de contenido o narrador exitoso sabe que no basta con tener un mensaje claro, sino que ese mensaje debe importar a quienes lo escuchan. Hacer que importe es esencial para la conexión emocional con la audiencia. La empatía es clave para transformar experiencias individuales en mensajes universales, tal como ocurre en la película "Cars 3". Esta logra tocar fibras al abordar el miedo a no ser el mejor en el futuro, un sentimiento común que resuena con personas más allá de los corredores de autos. Por lo tanto, entender cómo piensa y se siente tu audiencia te permite adaptar el mensaje para que sea relevante y significativo para ellos.
¿Por qué es importante conocer a tu audiencia?
Conocer a tu audiencia es una herramienta invaluable al crear y narrar historias. Te permite adaptar el mensaje de forma que resuene personalmente con cada oyente. Digamos que vas a dar una conferencia en un congreso de fotografía. Aquí, podrías usar referencias comunes entre fotógrafos, como el chiste de que "la cámara toma las fotos" o las experiencias frustrantes con los influencers que ofrecen crédito en vez de pago. Esta comprensión ayuda a que tu mensaje sea recibido con empatía y se sienta cercano.
¿Cómo comunicarte efectivamente usando diferentes formatos?
El formato es una variable esencial para que el mensaje llegue adecuadamente. Algo que no puede pasarse por alto es la forma que prefieren las audiencias para recibir la historia. En ocasiones, un mensaje puede perder su atractivo cuando no se presenta en el formato correcto, como un video de correo aburrido y largo. Las historias pueden cobrar vida si se les da un giro mediante formatos creativos y atractivos, como demuestran Trevor Noah o las cuentas educativas en TikTok que presentan historia con un toque humorístico.
¿Cómo crear una conexión genuina a través de la honestidad?
Nadie se siente conectado con personajes perfectos. Ser genuino y mostrar vulnerabilidad puede romper barreras y forjar relaciones más profundas con la audiencia. Un ejemplo es el famoso discurso de graduación de Steve Jobs en Stanford. Jobs relató su vida personal con honestidad y toques de humor, lo que permitió que su audiencia se sintiera identificada y conectara emocionalmente con su mensaje.
Estas lecciones demuestran que ser honesto y mostrarse tal cual es no solo singular, sino necesario. En un mundo dominado por falsas apariencias y deseos de venta, la autenticidad se convierte en un diferenciador único, logrando captar la atención de un público que valora la transparencia y la verdad.
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