Quiero comentar que mi hijo tuvo un TSH durante su pubertad, que se manifestaba como un retraso en la muda vocal, es decir, que cuando debió engrosar su voz por hacerse mayor, seguía teniendo un tono de niño, bastante agudo. Esto afectó su desenvolvimiento social por un tiempo. Fue a terapia de lenguaje con una doctora genial quien le dio herramientas para superarlo, y en pocas semanas, había evolucionado al 100% y, además, había ganado mucha confianza basada en dos cosas: Una nueva hermosa y potente voz, y el poder que se genera cuando descubres que puedes superar un problema que veías grande. 8 años después, mi hijo es un hombre y dejó en el olvido la situación que les causó pena. Hoy es estudiante de Platzi y desarrollando sus habilidades para producir contenidos audiovisuales.
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