Enfócate en esta reflexión: ¿Qué propicia la desigualdad en las relaciones de género? La respuesta parece sencilla, pero no la es.
Hay dos conceptos clave que durante siglos han contribuído a perpetuarla, estos dos conceptos son:
- el patriarcado y
- la heteronormatividad.
¿Qué significa el término patriarcado?
Se refiere a una forma tradicional de organización social que suele ser la base de la desigualdad de género, según este tipo de sistema social se le confiere más importancia a los hombres o a lo que se considera masculino, que a las mujeres o a lo que se considera femenino.
Tradicionalmente algunas sociedades han sido organizadas de tal manera que la propiedad la residencia y la descendencia así como la adopción de decisiones con respecto a la mayoría de las áreas de la vida han sido dominio de los hombres.
Los fundamentos para este fenómeno suelen invocar razones biológicas, se dice que las mujeres por naturaleza son más aptas para ser cuidadoras y continúan sustentando muchos tipos de discriminación de género.
En una sociedad totalmente patriarcal solo se reconocen dos sexos y dos géneros. El hombre y la mujer, lo masculino y lo femenino. Esto se considera natural.
¿Qué es la heteronormatividad?
Es otra forma de discriminación que perpetúa la desigualdad de género, la cual es una expresión utilizada para describir o identificar una norma social relacionada con el comportamiento heterosexual estandarizado cuando se lo considera la única forma social válida de comportamiento y quien no siga esta postura social y cultural se encontrará en desventaja con respecto al resto de la sociedad.
Este concepto constituye el fundamento de los argumentos discriminatorios y perjuiciosos contra la comunidad LGBTIQ+ principalmente en lo que atañe a las familias y a la expresión pública.
¿Cómo puedes contribuir a relaciones de género sanas?
Los géneros dominantes suelen asignarse a hombres y mujeres, es importante reconocer que existen otras identidades de género.
Se trata de la denominada diversidad de género, un término que reconoce que la preferencia y autoexpresión de muchas personas simplemente no encaja dentro de las normas de género aceptadas comúnmente.
¿Sabías que la diversidad de género es parte normal de la expresión humana?
ONU mujeres refiere que esta se ha documentado a través de algunas culturas y a través de algunas religiones en los registros históricos.
Lo ilustra con un ejemplo: Incluso nociones tan comúnmente aceptadas en la cultura occidental como la idea de que el rosa es para niñas y el azul es para niños son relativamente nuevas, aunque se siguen discutiendo los motivos por lo que se invirtió esa tendencia.
Es un hecho bien documentado que hasta la década de 1950 el rosa era considerado un color más intenso y fuerte, por tanto más adecuado para un niño; mientras que el azul considerado más delicado y refinado se usaba comúnmente para vestir a las niñas.
¿Qué es el androcentrismo?
Es una de las formas más generalizadas del sexismo en el contexto de las relaciones de género. El androcentrismo es aquella visión del mundo que sitúa al hombre como centro de todas las cosas, esta concepción de la realidad parte de la idea de que la mirada masculina es la única posible y universal por lo que se generaliza para toda la humanidad, sean hombres o mujeres.
El androcentrismo conlleva la invisibilidad de las mujeres y de su mundo, la negación de una mirada femenina y la ocultación de las aportaciones realizadas por las mujeres. El androcentrismo consiste en ver el mundo desde lo masculino tomando al varón de la especie como parámetro o modelo de lo humano.
Hay dos formas extremas del androcentrismo son:
- la ginopia: constituye la imposibilidad de ver lo femenino, de lo que resulta la invisibilización de la experiencia femenina en el que hacer humano.
- la misoginia: se refiere al repudio u odio a lo femenino.
Finalmente, los estereotipos de género afectan a las relaciones de género porque se tratan de generalizaciones simplistas de los atributos de género.
Las diferencias de los roles de las mujeres y de los hombres:
- Las características estereotipificadas sobre los hombres tienden a describirlos como competitivos, codiciosos autónomos , independientes e interesados en los bienes privados.
- En cambio, los estereotipos paralelos sobre las mujeres tienden a representarlas como coperadoras, acogedoras, atentas, comunicativas y orientadas al grupo e interesadas en los bienes públicos.
Reflexiona con estas preguntas:
- ¿Cuáles de estos esterotipos has observado con mayor frecuencia en tu entorno cercano?
- ¿Crees que pueden erradicarse?
Recuerda que los estereotipos de género se usan con frecuencia en nuestra vida cotidiana para justificar de manera más general la discriminación de género y tienden a ser difundidos por algunas teorías tradicionales y modernas Ejemplo: las leyes y las prácticas institucionales.
Pero esto no debe ser llevado a los extremos porque si no caeríamos en el concepto de Misandria.
¿Qué és la misandria?
Es el odio que sienten las mujeres hacia los hombres.
Kaplan (2011) se refiere a la misandria como el odio o la aversión hacia los varones. También hace referencia a la tendencia psicológica (y especialmente de tipo cognitivo),
consistente en el desprecio al varón como sexo, y a todo lo considerado como masculino.
Aquí te dejo un interesante enlace que te llevara a una selección de doce libros feministas que todos y todas deberíamos leer, anímate a descubrirlos.
¿Te atreves a identificar en tu vida diaria los mensajes que refuerzan esos estereotipos de género y la idea de que la mujer es inferior? La mayoría los encontrarás en gran variedad de producciones desde:
- canciones,
- anuncios publicitarios,
- chistes y refranes populares.
Por favor deja un comentario en donde compartas los estereotipos de género que has encontrado en tu entorno más cercano.
Contribución creada por: Karla Lorena Cordón Trejo con aportes de Jorge Dimitrios Gianareas Tsimogianis.
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