Manejo de Emociones y Estrategias Estoicas en el Trabajo

Clase 8 de 16Audiocurso de Filosofía para Managers

Resumen

¿Qué nos enseña el estoicismo sobre el control emocional?

El concepto del estoicismo, aunque antiguo, resurge con fuerza en tiempos modernos, especialmente en momentos desafiantes como la pandemia. Esta filosofía ofrece herramientas valiosas para gestionar nuestras emociones y circunstancias, ayudándonos a discernir entre lo que podemos cambiar y lo que no. Nos invita a vivir una vida virtuosa, perseguir el conocimiento y mantener disciplina, hechos que facilitan enfrentar adversidades cotidianas.

¿Cómo afrontar aquello que no podemos controlar?

  • Aceptación serena: Reconocer que muchos aspectos de nuestras vidas no están bajo nuestro control puede ser difícil, pero es esencial para evitar la frustración. A través de la aceptación, redujimos el impacto emocional negativo de situaciones indeseadas.

  • Respaldarse en el comportamiento: Aunque nuestras circunstancias son incontrolables, nuestra reacción hacia ellas no lo es. La clave está en asumir responsabilidad por nuestro comportamiento y acciones más allá de lo emocional inmediato.

¿El equilibrio entre la lógica y la emoción es posible?

  • Movimiento natural: La vida humana es un péndulo entre la lógica y las emociones. Aunque sean difíciles de reconciliar, ambos polos son esenciales para nuestra existencia, requiriendo un balance consciente y dinámico.

  • Importancia de la acción: El estoicismo no promueve la resignación; enfatiza tomar acción consciente desde nuestras posibilidades, lo cual previene la parálisis ante situaciones adversas o decisiones difíciles.

¿Cómo podemos trasladar estas enseñanzas al liderazgo?

  • Preparación ante la adversidad: La proactividad ante situaciones adversas evita la paralización por el análisis excesivo. Liderar implica anticipar escenarios complicados para desarrollar planes de acción efectivos y alternativos.

  • Gestión emocional en equipos: Los líderes efectúan un cambio significativo sacando a sus equipos de la parálisis emocional, moviéndose más allá del simple análisis de datos o de las reacciones instintivas hacia acciones concretas.

¿Cómo controlar nuestras emociones en el trabajo?

  • Reconocimiento y verbalización: Identificar y verbalizar emociones fuertes en contextos laborales promueve un procesamiento cerebral superior, lo que facilita transformar emociones en acciones constructivas.

  • Transformación asertiva: La pregunta no es cómo evitar sentir, sino cómo convertir emociones como el miedo o la rabia en acciones positivas que impulsen nuestro crecimiento personal y profesional.

Al adoptar una perspectiva estoica, reforzamos nuestra capacidad para atravesar la adversidad diaria a través de la proactividad, el balance y la acción comprometida. La próxima vez que enfrentes momentos difíciles en el trabajo, recuerda identificar qué puedes controlar, reflexiona sobre tus emociones, y actúa desde el conocimiento y la disciplina adquirida.