El primer paso para crear tu espacio de trabajo ideal es asignar valores de frecuencia de uso a objetos. Es decir, los objetos debemos ordenarlos en función de qué tan seguido los usamos.
4 categorías para crear un espacio de trabajo ideal
- Uso diario: deben estar en un rango de 1-3 movimientos (por ejemplo, estirar el brazo y agarrar el objeto). Es decir, deben estar disponibles de manera inmediata.
- Uso frecuente: objetos que utilizas una vez cada cantidad de días. Procura que estén en un rango de 4-6 movimientos.
- Uso raro: objetos que usas rara vez, pero que necesitas saber dónde se encuentran para cuando los necesites. Con este tipo de objetos puedes priorizar el orden sobre la eficiencia.
- Uso nulo: deséchalos, solo ocupan espacio físico y mental.
El costo de la eficiencia
Cuando priorizamos la eficiencia sobre el orden, probablemente lo haremos a costa de la estética o belleza. La belleza requiere orden, atención, cuidado y tiempo
"A veces es necesario sacrificar belleza por eficiencia"
Susan C. Pinky
¿Por qué es conveniente priorizar la eficiencia?
La eficiencia limita las distracciones y aumenta la concentración. Evita que gastemos energía en actividades que nos puedan drenar fácilmente. Además, facilita crear sistemas de organización propios, siendo más una necesidad neurológica que un capricho para algunas personas.
Los espacios eficientes nos permiten concentrar nuestra energía en nuestro mayor talento: la creatividad.
Tarea: organiza tu escritorio
Organiza tu escritorio de la forma más eficiente que encuentres. Compártenos en los comentarios una foto de tu escritorio ordenado y explica qué decisiones tomaste.
Contribución creada con aportes de: Ciro Villafraz.
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