Al interactuar en la blockchain, se genera un costo. Cada operación requiere de un pago, pues al intentar agregar cosas a este tipo de redes, y al haber muchos usuarios queriendo hacerlo a la vez, estas se congestionan e implican tarifas muchas veces altas por acción dentro de la red.
Por eso, se debe estar muy seguro a la hora de trabajar en las redes principales. Entonces, con esto en mente, se desarrollaron las redes de prueba. Dos de las más conocidas son Ropsten y Rinkeby.
Ambas tienen en teoría el mismo funcionamiento que la red principal de Ethereum, aunque sin el mismo mantenimiento. Dentro de alguna de ellas, puedes solicitar ethers de prueba, que son “depositados” de forma inmediata. Estos no tienen valor real.
Gracias a esta importante herramienta, podemos trabajar en un entorno similar al de una red normal, sin tener que gastar fondos reales en operaciones que solo sirven como prueba.
Aporte creado por: Luis Enrique Herrera.
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