En términos generales, las víctimas del bullying son pasivas o sumisas, es decir, no reaccionan ni protestan frente al acoso.
Se reprimen y guardan silencio por miedo, convertiéndose en las víctimas activas, que debido a su condición de aislamiento o impopularidad, pueden también llegar a ser agresores. Este fenómeno es esencial entenderlo para ponerle un alto.
Tipos de agredores
Existen 3 tipos básicos de agresores.
1. Agresores asertivos
Los acosadores pueden ser asertivos, esas personas capaces de organizar todo, pero que no se involucran directamente, delegan y hacen que otros cumplan sus órdenes.
2. Agresores poco asertivos
También están los acosadores menos asertivos, que se enfocan en una persona, bajando su autoestima y confianza hasta que se sientan totalmente atacados.
3. Víctimas de acoso
Existen también casos en los que las propias víctimas pueden convertirse en acosadores. Este es un escenario donde los acosados son obligados por una figura con autoridad a acosar a otras personas, convirtiéndose en víctimas y victimarios a la vez.
Identificar estas situaciones es crucial para evitar que los jóvenes caigan en riesgos inminentes como robar o consumir sustancias psicoactivas.
¿Cuál es el rol de los testigos en el acoso escolar?
Los testigos son espectadores de los actos de acoso escolar. En muchos casos, si no existiera este público que mira desde lejos, el bullying no tendría la fuerza o valor que representa en la dinámica escolar.
Un testigo que es agresivo o provocador también puede incrementar el nivel de violencia, participando de manera indirecta en el estímulo del acoso.
El papel de cada actor es crítico en el acoso escolar. A través de una mayor conciencia y adaptación, todos podemos contribuir a ponerle fin a este problema.
Recuerda, si tienes la capacidad de marcar la diferencia, úsala para hacer el bien.
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