El uso de datos para el bien (data for good) tiene una gran importancia en el caso del medio ambiente. Los datos permiten mostrar información valiosa para la toma de decisiones en materia ambiental.
Por ejemplo, la polución en el aire se puede medir a partir de detectores y sensores que emiten alertas públicas y los gobiernos se ocupan de hacerlas llegar a la ciudadanía.
Otros ejemplos de uso de datos en el medio ambiente
Dispositivos como el Apple Watch nos pueden notificar cuál es el estado del aire en determinados días y horas con el objetivo de saber si es saludable salir a la calle o no, incluso para decidir si es adecuado hacer ejercicio al aire libre o no. Como puedes observar son decisiones reactivas porque el problema de la contaminación ya ha sucedido y solo queda tomar acciones para responder a las condiciones ambientales.
Desde el punto de vista preventivo, los datos en el ámbito ambiental se da, por ejemplo, cuando sobrevolamos un dron sobre cultivos para evaluar a partir de las imágenes la calidad de estos y, en función de esta información, tomar decisiones para anticiparse a posibles problemas.
Otro ejemplo es la recolección de información para determinar las condiciones del subsuelo, frutos y hojas de los cultivos para prevenir enfermedades o evitar el uso inadecuado de fertilizantes, entre otros.
Reto
¿Qué otras aplicaciones de mejora al medio ambiente podrían lograrse con datos e inteligencia artificial? Escribe tu respuesta en tu guía de retos.
Contribución creada por Avilio Muñoz Vilchez
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