¿Qué ocurrió en Suiza en 2011 con el franco suizo?
En el convulso año de 2011, Suiza enfrentó una situación económica extraordinaria: el franco suizo se convirtió en la moneda de refugio mundial debido a la crisis en Grecia. Esta elección llevó a la paridad del franco suizo con el euro, ocasionando una sobrevaloración significativa de la moneda suiza. La repercusión inmediata fue un impacto directo en los exportadores suizos, cuyos productos y servicios se volvieron más costosos en mercados internacionales. Esto, sumado al riesgo deflacionario interno que acompañó un franco suizo apreciado frente a bienes y servicios extranjeros, provocó una respuesta drástica por parte del Banco Central de Suiza.
¿Cómo respondió el Banco Central de Suiza?
El Banco Central suizo adoptó una medida inesperada al intervenir en el mercado de divisas, fijando un límite al tipo de cambio del franco suizo, estableciéndolo en un máximo de 83 centavos de euro por franco suizo. Para sostener este límite, el banco se comprometió a imprimir francos suizos y comprar euros de manera ilimitada. En términos de oferta y demanda, al incrementar la cantidad de francos suizos en circulación, su valor debería depreciarse. Esta estrategia, al menos temporalmente, logró que el franco suizo pasara de un precio alto histórico a reducirse a 80 centavos de euro.
- Problemas inmediatos:
- Exportadores afectados: Los productos suizos se volvieron caros y menos competitivos en el extranjero.
- Riesgo deflacionario: Un franco fuerte hacía que los precios de bienes importados disminuyeran, generando un riesgo de deflación en Suiza.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la intervención?
La intervención del Banco Central suizo no estuvo exenta de problemas y críticas. Si bien inicialmente logró desinflar la presión sobre la moneda suiza, surgieron complicaciones significativas:
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Depreciación del euro: La compra masiva de euros por parte del Banco Central suizo provocó una depreciación del euro frente al franco suizo, afectando las reservas del banco que se llenaron de euros menos valiosos.
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Apreciación súbita del franco: En 2015, al detener la política de impresión ilimitada de francos, la moneda suiza se apreció repentinamente un 20%. Esto tuvo repercusiones en diversos sectores, especialmente aquellas industrias muy dependientes del comercio exterior.
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Reacciones industriales: La respuesta empresarial fue de gran preocupación. Nick Hayek, CEO de Swatch, describió las implicaciones de esta intervención como “un tsunami de consecuencias negativas” para el turismo, las exportaciones, y la economía suiza en general.
En el corazón de esta intricada situación, Suiza ejemplifica los desafíos que un banco central puede enfrentar en un mundo interconectado. Las políticas monetarias impactan no solo la economía local, sino también las estrategias globales de comercio y la estabilidad económica internacional. Para quienes estudian economía o siguen las tendencias financieras globales, el caso suizo de 2011 ofrece lecciones invaluables sobre intervención monetaria y el balance necesario entre política económica nacional y global.
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