Debemos cambiar las preguntas:
- ¿De quién es la culpa?, ¿por ¿Cuál es mi responsabilidad?
- Atendemos los factores como: reflexionar, reconocer e identificar nuestras actuaciones y las de otros, para así pasar a perdonar, reparar.
- ¿Qué estoy perdiendo?, por ¿Qué es lo más importante?
- Cambiar el enfoque de defensa hacia lo más importante, te permite centrarte en lo que vale la pena resolver.
- ¿Cambiar la pregunta: Qué me debilita?, por ¿Qué me fortalece?
- Permite construir alternativas centradas en el dominio propio, poniendo al servicio de la situación dones y fortalezas. La idea es detectar todas las cualidades que nos empoderan.
- Cuál es el peor escenario?, por ¿Cuál es mi mejor escenario posible?
- Este cambio nos permite transformar el problema en un proyecto.
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