IAM: Primeros Pasos en AWS

Clase 5 de 76Curso de AWS Certified Solutions Architect Associate

Resumen

Otorgar permisos incorrectos en AWS representa uno de los riesgos más críticos para la seguridad de cualquier organización. Por eso es fundamental entender cómo funciona IAM, el sistema que permite definir quién accede a qué recurso, de qué forma, y bajo qué condiciones.

En AWS, los usuarios IAM son identidades que pueden autenticarse en la consola, interactuar a través de la línea de comandos o utilizar APIs. Administrar usuarios de forma individual puede volverse complejo y riesgoso. Para evitar eso, se utilizan grupos que concentran permisos comunes. Al agregar un usuario a un grupo bien configurado, se asegura que herede las políticas correctas sin necesidad de intervención manual adicional.

El uso de roles es una de las prácticas más recomendadas en ambientes dinámicos. Un rol permite asignar permisos temporales sin depender de claves de acceso estáticas. Esto es especialmente útil cuando un servicio necesita interactuar con otro: por ejemplo, una instancia EC2 que requiere acceder a un bucket S3. En lugar de incrustar credenciales en el código, se asigna un rol a la instancia, lo que garantiza un acceso controlado y limitado en el tiempo.

Detrás de todo esto están las políticas IAM, documentos en formato JSON que especifican qué acciones están permitidas sobre qué recursos. Existen distintos tipos. Las políticas administradas por AWS son plantillas estándar listas para usar. Las personalizadas permiten adaptar los permisos a las necesidades específicas de cada organización. Y las políticas embebidas, también conocidas como inline, se asignan directamente a un usuario, grupo o rol, aunque no pueden reutilizarse en otros contextos.

Una buena política de seguridad en la nube se basa en el principio de privilegio mínimo: otorgar únicamente los permisos estrictamente necesarios para cumplir una tarea. Esta práctica no solo reduce el riesgo de accesos indebidos, sino que también simplifica el monitoreo y la auditoría.

Gestionar credenciales con responsabilidad es otro pilar fundamental. Rotar periódicamente las Access Keys, activar autenticación multifactor, eliminar credenciales que no se utilizan y reemplazar claves por roles son medidas clave para mantener un entorno seguro y resiliente.

Cuando una instancia EC2 necesita leer datos desde S3, la configuración ideal no incluye claves en el código. Se define un rol IAM con los permisos adecuados y se asocia a la instancia. AWS se encarga de gestionar la sesión temporal de acceso. El resultado es un sistema más seguro, más limpio y más alineado con las buenas prácticas.

Finalmente, toda política JSON debe especificar cuatro componentes: el efecto (permitir o denegar), las acciones habilitadas, los recursos sobre los que aplican y las condiciones que puedan restringir ese acceso, como una IP específica o la verificación con MFA.

Comprender estas configuraciones y aplicarlas correctamente permite construir una arquitectura segura, flexible y alineada con los estándares profesionales de AWS.