Liderazgo Situacional: Toma de Decisiones y Resolución de Dilemas
Clase 17 de 27 • Curso para Líderes en Formación
Resumen
¿Qué es el liderazgo situacional?
El liderazgo situacional es un enfoque que permite a los líderes tomar decisiones efectivas en medio de los dilemas cotidianos. Este estilo se centra en adaptar el liderazgo según la situación y las necesidades individuales de cada miembro del equipo. Se basa en dos factores clave: motivación y competencia de los integrantes del equipo, permitiendo así desarrollar un ambiente de justicia y equidad en el liderazgo.
¿Cómo se desarrollan los dilemas en un entorno organizacional?
Los dilemas organizacionales son desafíos a los que se enfrentan los líderes diariamente. Estos pueden incluir:
- Énfasis en personas o resultados: Decidir si enfocar más en el desarrollo del equipo o en lograr metas específicas.
- Delegación de tareas: Cuándo y cómo delegar las tareas para optimizar el desarrollo del equipo y mejorar la eficiencia.
- Resolución de conflictos: Cómo abordar los conflictos, ya sea abriéndolos al equipo o manejándolos de manera más reservada.
- Estilo de comunicación: Elegir entre un estilo formal o informal, dependiendo de la cultura organizacional y los individuos involucrados.
- Cambios graduales o radicales: Determinar si la organización necesita un cambio gradual y continuo o un cambio más radical.
¿Cuáles son los estilos de liderazgo situacional?
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Estilo directivo:
- Asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones.
- Tiende a controlar y supervisar constantemente.
- Espera obediencia sin cuestionamiento por parte del equipo.
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Estilo participativo:
- Fomenta la consulta y el consenso para tomar decisiones.
- Escucha y valora las ideas y opiniones del equipo.
- Impulsa el desarrollo de la autonomía y la toma de decisiones por parte del equipo.
Cada estilo tiene su momento y es importante aprender cuándo y cómo utilizarlos según el contexto y las características del equipo.
¿Cuándo se debe aplicar cada estilo de liderazgo?
El modelo situacional plantea que el desempeño del equipo depende de la motivación y la competencia de sus miembros. Esto se traduce en cuatro cuadrantes de acción:
¿Qué hacer si la motivación y competencia son bajas?
Dirigir:
- Utiliza un enfoque directivo fuerte.
- Instruye de manera clara y precisa sobre qué y cómo se debe hacer cada tarea.
- Es crucial en etapas iniciales o cuando hay falta de experiencia.
¿Cómo actuar cuando la motivación es alta, pero la competencia es baja?
Instruir:
- Aporta formación y orientación mediante el coaching o tutorías.
- Ideal para nuevos empleados o cuando alguien asume una nueva función.
- Asegura que los empleados motivados desarrollen sus competencias.
¿Qué estilo aplicar si la competencia es alta, pero la motivación es baja?
Apoyar:
- Identifica las causas emocionales detrás de la desmotivación.
- Incentiva emocionalmente y reaviva el interés en las tareas.
- No se centra en instrucciones técnicas, sino en el soporte emocional.
¿Cuál es el enfoque si la motivación y la competencia son altas?
Delegar:
- Permite a los empleados asumir responsabilidad total por sus decisiones.
- Fomenta la autonomía y fortalece la confianza en el equipo.
- Ideal para miembros altamente competentes y motivados, conocidos como "altos potenciales".
El líder, al adoptar este enfoque, no solo incrementa el desempeño individual sino también el colectivo, asegurando un crecimiento sostenible y más eficiente de la organización.