Cuándo usar storytelling y cuándo evitarlo en comunicación

Clase 25 de 26Curso de Storytelling

Resumen

Un buen storyteller no solo sabe narrar historias con eficacia, sino también cuándo evitarlas. Aunque las historias tienen el poder de conectar, transformar y vender ideas, es clave entender que hay escenarios donde contar un relato puede resultar contraproducente. Identificar cuándo usar datos concretos en lugar de historias puede hacer que tu comunicación sea más efectiva.

¿En qué situaciones el storytelling no es recomendable?

Existen situaciones específicas donde introducir una historia puede complicar el mensaje en lugar de fortalecerlo. Tomar conciencia sobre estas circunstancias te permitirá mantener claridad y eficacia en tus comunicaciones.

¿Comunicas datos críticos o situaciones de urgencia?

Cuando enfrentas situaciones como fugas de gas, emergencias o crisis, usar storytelling no aporta valor. En estos casos, la prioridad es brindar acciones claras e inmediatas, evitando que las emociones interfieran con la rapidez y efectividad de la respuesta.

¿Necesitas mantener objetividad profesional?

Reportes médicos, auditorías financieras o informes legales requieren precisión y objetividad plena. Introducir elementos narrativos en estos contextos puede generar incertidumbre y restar credibilidad.

¿Prefiere tu público datos concretos sobre emociones?

Públicos específicos —como directivos financieros o reguladores— suelen priorizar información objetiva y basada en hechos verificables. En esas audiencias, es preferible claridad en los datos que una conexión emocional.

¿Qué principio orientador puedes utilizar?

Para discernir correctamente los momentos adecuados, considera aplicar el principio: transparencia primero, narrativa después. Priorizar siempre la claridad de la información es esencial: agrega una historia solo cuando esta aporte claridad y propósito al mensaje.

¿Cómo elegir entre una versión objetiva y una narrativa?

Pon atención al contexto de tu mensaje. Por ejemplo, si comunicas internamente al equipo situaciones difíciles pero aprovechables positivamente, una narrativa emocional puede motivar mejor. Sin embargo, ante autoridades corporativas o situaciones críticas, opta siempre por la versión objetiva y centrada en datos concretos.

Ejercicio práctico:

Te propongo estos pasos para evaluar cuándo usar historias y cuándo no en tus contenidos:

  1. Elige un contenido técnico de trabajo o personal (informe, presentación o publicación).
  2. Redáctalo primero en versión objetiva, sin elementos narrativos ni emocionales.
  3. Elabora luego una segunda versión narrativa, utilizando un lenguaje emocional y contexto relevante.
  4. Compara ambos textos y determina cuál comunica mejor tu mensaje en función del objetivo y público.

Evalúa cuidadosamente, pues conocer las diferencias y elegir adecuadamente, es lo que distingue al storyteller profesional. Compartir estas experiencias con el grupo puede ayudarte a afinar tu criterio al respecto. ¡Déjanos tus prácticas en los comentarios!