Transformar pitches en historias persuasivas
Clase 18 de 26 • Curso de Storytelling
Resumen
Cada presentación brinda la oportunidad de influir en decisiones importantes. Sin embargo, muchas veces se inicia de forma tan convencional que quienes escuchan pierden interés inmediatamente. Las ideas poderosas se recuerdan por cómo hacen sentir a las personas, no solo por la información que brindan. Esto se logra al convertir un pitch o presentación en una historia cargada de emoción, lógica y suficientes razones para actuar.
¿Por qué es efectiva una historia para presentar tu idea?
Cuando presentamos, no es suficiente utilizar solo datos o lógica; si fuera así, bastaría con compartir un PDF. Las historias logran generar conexión emocional, empatía, complicidad y urgencia. La esencia del mensaje se transmite mejor y se recuerda por mucho más tiempo con una narración que con estadísticas aisladas.
Por ejemplo, comparar una frase técnica como "nuestra app reduce un 30% el tiempo de espera en hospitales" con una historia real de María, una madre soltera que gracias a dicha app ahora recibe rápidamente resultados médicos para su hijo, evidencia claramente cómo la narración emocional incita con mayor fuerza a la acción.
¿Cómo estructurar tu presentación con narrativa?
Para conseguir que una presentación narrativa funcione, son necesarias tres claves principales:
- Comienza emocionando: Inicia con una anécdota real que exponga tensión y emoción, no con listas ni explicaciones técnicas.
- Idea clara y enfocada: Tu audiencia siempre buscará respuesta a una pregunta: ¿por qué me importa esto a mí? Mantén esta respuesta sencilla y directa.
- Cuenta consecuencias, no funciones: Los beneficios reales son las consecuencias finales que tendrán las personas al utilizar tu solución o propuesta, como mejorar el descanso del equipo o reducir la preocupación de una madre como María.
Un ejemplo práctico: al presentar una mejora para una landing page, es más efectivo hacerlo mediante una historia sobre un cliente que canceló su suscripción simplemente porque no comprendía el producto, empatizando con esa frustración y luego presentando la nueva propuesta como una solución realista y humana.
¿Cuál será tu desafío personal con esta técnica?
El reto ahora es transformar tus propias ideas en historias con estas recomendaciones, creando un pitch narrativo en tres etapas:
- Empieza con una anécdota real y emotiva que destaque el problema.
- Continúa con una explicación clara, específica y lógica; tu solución planteada.
- Finaliza con una invitación concreta a la acción: ¿qué deseas que haga tu audiencia y por qué es crítico hacer algo ahora mismo?
El ejercicio incluye reflexionar sobre cuál aspecto del proceso fue más desafiante, qué partes sobran si se quitan visuales y qué parte de tu idea podría sostenerse como historia incluso sin slides o herramientas visuales.
Anímate a escribir tu pitch narrativo y compartirlo, así podrás recibir e intercambiar retroalimentación valiosa.