Es gracioso como el color marca perspectiva de género, pero si trabajas en branding-marketing, ¿hasta que punto tiene sentido revertir el...

¡Hola! Yo diría que incluso más allá de "revertir", que es una palabra que podría tener en sí misma cierta carga negativa, se podría asignar libremente los colores de una marca al producto sin que estos sean vinculados de forma arbitraria a tal o cual género.

Es decir, en vez de pensar en revertir el estereotipo (rosado - niñas, azul - niños), la marca puede jugar más libremente sin partir de la mirada estereotipada. Ejemplo de ese pensamiento: "Como el producto es para mujeres, lo voy a hacer rosa".

¡Obvio! Depende de las posibilidades que te da la empresa. Si la empresa te exige rosa porque sí, pues tal vez no tengas mucho que hacer.

Conclusión: en vez de intentar revertir, no jugar más a asignar colores de manera arbitraria/estereotipada. Bueno, es mi opinión.

¡Mucho éxito, Ruben! ;)