¿Cómo podemos ser mega productivos? ¿cómo podemos lograr el siguiente nivel de productividad sin enloquecer?
Bien, todos estamos haciendo cosas todo el tiempo, pero no todo el tiempo hacemos lo realmente importante. Y más aún, no siempre somos organizados con el tipo de tareas que realizamos.
Es normal sentir que hay muchas cosas por hacer, leer, metas por lograr, tareas por ejecutar, pero, sencillamente solemos pensar que las 24 horas del día no son suficientes para hacer todo lo que queremos.
Lo importante es pensar siempre con mentalidad de crecimiento y crear un sistema propio de rutinas y tareas que optimicen nuestro tiempo y nos permitan ir al siguiente nivel de productividad.
Lo primero es definir nuestro sistema de tareas. Podemos pensar en dos tipos.
Growth tasks (tareas de crecimiento)
Maintenance tasks (tareas de mantenimiento)
La primera tiene que ver con todo las ideas, actividades o rutinas que nos agregan valor, nos permiten crecer y mejoran nuestras habilidades para alcanzar los objetivos personales y profesionales que nos fijamos en el mediano y largo plazo.
La segunda son las actividades y deberes que se relacionan con nuestro trabajo y todo lo que nos ayuda a mantenernos enfocado y en el camino correcto para alcanzar metas a corto plazo.
Una vez tenemos definido nuestro sistema de tareas y priorizamos cada una de ellas con relación a nuestros objetivos, debemos plantearnos retos.
Los retos nos exigen mentalmente con el fin de cumplir una meta sin importar lo que pase y nos ayudan a ser constantes con base a una serie de tareas para lograr ciertos beneficios.
Los retos tienen que tener una fecha limite y debemos tener claro cuáles van a ser los beneficios después de lograrlo.
Por ejemplo: por los siguientes 70 días voy a completar estas 5 tareas en las primeras 3 horas del día…
Si mi día empieza a las 8, me levantaré a las 5 am y haré cada una de las actividades de manera religiosa.
Luego, es conveniente seguir con las tareas de mantenimiento priorizando las más importantes. Ejemplo.
En conclusión la respuesta más fácil es decir “no tengo tiempo para hacer esto o aquello” cuando la realidad es que si tenemos tiempo y lo debemos distribuir, optimizar y priorizar al máximo entre las tareas de crecimiento y mantenimiento.
Finalmente, con retos y un sistema de tareas bien definido cualquier persona puede obtener resultados impresionantes.
Porque al final del día, el éxito está en esas cosas que hacemos a diario.