Aunque es una “Regla de oro” diría que estos porcentajes pueden ser distintos depende de la persona. A veces podemos, por ejemplo (sin escatimar en gastos básicos o lujos), ahorrar más de un 30%, esto no significa que está mal. O a veces, los ingresos y el estilo de vida de una persona no permiten que esta ahorre siquiera el 5%. Tomando las palabras de otro profesor de finanzas de Platzi “Las finanzas personales son más personales que financieras”. Lo que si es imprescindible es que cada uno conozca sus propias finanzas y pueda entender cómo mejorarlas, jugando y modelando con esos porcentajes según los logros que quiera alcanzar. Por ejemplo: Una persona que quiera salir de deudas, tendrá que dirigir más dinero de sus ingresos a esa causa que para ahorros y para lujos, incluso puede que tenga que disminuir sus costos básicos. Luego, cuando salga de deudas, es más factible que estos porcentajes varíen.
Así que mi recomendación es, si bien tener en cuenta la regla de oro, no seguirla al pie de la letra, sino conocer y entender las finanzas personales propias y crear estrategias para mejorarlas, encontrar sus propios porcentajes que le permitan generar un patrimonio creciente en vez de uno decreciente.
¿Quieres ver más aportes, preguntas y respuestas de la comunidad?