Errores comunes al enfrentar riesgo de suicidio
Clase 5 de 12 • Curso de Cómo Brindar Apoyo Emocional para tu Equipo
Resumen
¿Qué no hacer frente al riesgo de suicidio?
En el ámbito laboral, es posible que enfrentemos situaciones delicadas que requieran una atención cuidadosa y empática, como cuando un compañero de trabajo se acerca para expresar sentimientos de vacío o pérdida de sentido en su vida. En estos momentos críticos, nuestra respuesta puede marcar una diferencia significativa en el bienestar de la persona. Por ello, es crucial entender qué medidas evitar para no agravar la situación. Explorar estas recomendaciones desde una perspectiva profesional y sensible es el primer paso hacia un manejo más efectivo de estas circunstancias.
¿Por qué no deberías ignorar el problema?
Ignorar la situación no es una opción viable. Aunque pueda parecer más fácil evadir el tema, escuchar activamente a una persona en riesgo es vital. Distraerse o cambiar de tema puede dar la impresión de que sus sentimientos no son importantes. En estos casos, es esencial ofrecer un espacio seguro y receptivo, lo cual ayuda a la persona a sentirse escuchada y comprendida.
¿Cómo el juicio y la culpa pueden agravar la situación?
Es fundamental evitar juzgar o culpar a la persona. Frases como "tienes tantas oportunidades en la vida" o "deberías estar feliz por lo que tienes" pueden hacer que la persona se sienta incomprendida y culpable por sus emociones. Más que ofrecer consuelo, este enfoque podría intensificar sus sentimientos de aislamiento y desesperación. Ser empático y entender la perspectiva de la persona es clave para ofrecer un apoyo real.
¿Por qué un optimismo desmesurado no ayuda?
Responder con un optimismo exagerado puede resultar contraproducente. Aunque nuestras intenciones sean buenas, recalcar todas las cosas positivas en su vida puede hacer que la persona se sienta incomprendida y que sus emociones sean invalidas. En lugar de infundir ánimos superficiales, es más productivo validar sus sentimientos sin desestimar su experiencia emocional. Esto construye un puente de confianza y facilita una comunicación abierta y sincera.
¿Deberías intentar solucionar el problema de inmediato?
Aunque es natural querer solucionar el problema, no siempre es lo que la persona necesita. Ofrecer múltiples soluciones sin haber sido solicitado puede abrumar al individuo, distanciándolo aún más. Preguntar abiertamente si desean consejos o simplemente ser escuchados asegura que nuestras acciones estén alineadas con sus necesidades. Frecuentemente, el simple acto de escuchar sin interrumpir es más beneficioso que cualquier sugerencia que podamos proponer.
¿Qué puedes hacer para ofrecer un apoyo adecuado?
- Escuchar activamente: Ofrecer un oído comprensivo y atento.
- Validar emociones: Mostrar empatía y entender sus sentimientos sin emitir juicios.
- Preguntar sobre sus necesidades: Averiguar si buscan consejo o simplemente compañía.
- Mantener la calma: Asegurar que tu presencia sea un espacio seguro y sereno.
- Buscar ayuda profesional: Orientar a la persona hacia un profesional si es necesario.
Adoptar estas prácticas no solo puede mejorar nuestra capacidad para manejar situaciones de riesgo, sino que también promueve un ambiente más comprensivo y solidario en todas nuestras interacciones personales y laborales. ¡Sigamos aprendiendo y preparándonos para apoyar a quienes más lo necesitan!