En general, Docker funciona out of the box sin ningún problema. Una vez instalado Docker como un servicio (dockerd) y un cliente de línea de órdenes (Docker) el resto de las aplicaciones del ecosistema usan el API de dockerd para realizar sus diferentes funciones, por lo que no hace falta configuración adicional.

Sin embargo, este dockerd es configurable tanto a la hora de arrancar usando opciones de la línea de órdenes como desde un fichero de configuración que lee en el momento de arrancar.

Hay una posibilidad de que haya que cambiar la configuración con la que me he encontrado en mi trabajo. Se trata de configurar los DNS en algunas empresas que tienen DNSs propios. En ese caso, y a veces de forma aleatoria, fallará el acceso a Internet desde dentro de los contenedores. Para solucionarlo, se edita /etc/docker/daemon.json (seguramente estará en el mismo lugar en MacOs, y habrá que buscar en qué lugar está en Windows) y se incluye el contenido siguiente {"dns": ["222.222.222.10", "8.8.8.8"] }

El primer IP puedes sustituirlo por cualquier otro DNS de tu organización, y el segundo es el DNS de Google que se puede usar desde cualquier lugar y suele funcionar correctamente.

Tras editar este daemon, habrá que arrancar de nuevo el servicio dockerd para que lo tome. Se puede hacer escribiendo:

sudo service docker restart