Niveles de Desafío y Estrategias para Crear Hábitos Sostenibles
Clase 8 de 22 • Curso para Crear Hábitos Positivos
Resumen
El nivel de desafío que va a representar ese hábito que estamos buscando crear va a hacer que podamos lograrlo o abandonarlo en el intento.
Grados de desafío
Los niveles van a depender de la dificultad que tenga para nosotros:
- Bajo: este nivel nos podría producir aburrimiento o apatía, falta de disfrute, subestimación y desinterés.
- Adecuado: si el desafío es planteado de manera realista y adecuada, podríamos sentir satisfacción del avance y progreso que tengamos, ya que tendremos una exigencia adecuada.
- Alto: si nuestro desafío es muy grande y complejo, nos puede ocasionar ansiedad, distrés, falta de disfrute, sobre exigencia y/o saturación.
El problema no es el hábito en sí, sino la estrategia que estamos usando para lograrlo. Por ejemplo, la exigencia no es la misma si queremos bajar 10 kilos de peso en 1 mes a que si lo planteamos para dentro de 6 meses o 1 año.
Si buscas conseguir el mejor resultado posible, lo mejor es que apuntes a la excelencia: dar tu mayor desempeño en las condiciones que tienes disponibles hoy en día.
Hormonas en un desafío
Esto tiene que ver con aprendizaje y hay que tener en cuenta que un hábito no deja de ser un proceso de aprendizaje para fijar esas redes neuronales en el cerebro:
- Dopamina: aparece al inicio del proceso de aprendizaje, por ello al principio estamos muy entusiasmados.
- Adrenalina, Testosterona y Noradrenalina: la dopamina no tiene un efecto duradero en el tiempo, nosotros necesitamos de otras hormonas seguir adelante, por lo que ese entusiasmo inicial avanza a través de estas 3 hormonas. Estas nos ayudarán a seguir ya no por el efecto dopaminérgico, sino por las ganas de conseguir ese resultado tan deseado.
- Serotonina: cuando llegamos al final y tenemos esa sensación de logro aparece esta hormona, la cual es considerada como la hormona de la felicidad y es una de las hormonas del bienestar junto con la dopamina.
Este conjunto de hormonas nos hace sentir satisfechos, capaces de disfrutar y que hay un nivel de exigencia adecuada. Por ello, los niveles de desafío deben ser el apropiado: ni muy bajos porque nos aburriríamos y ni muy altos porque esto nos causaría estrés más que placer.
Contribución creada por: Martín Álvarez.