¿Cómo entender y aplicar la velocidad de ingeniería de manera eficaz?
La velocidad de ingeniería es un término que comúnmente suscita debates y diferentes interpretaciones dentro de las empresas. Pero, ¿realmente estamos interpretando correctamente lo que implica este concepto? En esta guía profundizaremos en cómo utilizar la velocidad de manera que beneficie a tu equipo, destacando su relevancia como herramienta de capacidad más que de productividad.
¿Qué es la velocidad de ingeniería y cómo debe ser entendida?
La velocidad de ingeniería no se deriva de cuán rápido trabaja un equipo, sino de cuánto puede lograr en un determinado periodo de tiempo. Se trata de una práctica de estimación de tareas utilizando puntos o tamaños, como camisetas, para entender la capacidad de trabajo que se puede realizar en una semana o en un sprint.
- Capacidad de trabajo: La velocidad se usa para calcular cuánto puede manejar un equipo, no para medir qué tan rápido trabajan.
- Estimaciones relativas: Cada equipo tiene su propia velocidad, que no debe compararse con la de otros, incluso si son casi idénticos en composición y naturaleza del trabajo.
¿Por qué evitar usar la velocidad como métrica de productividad?
Es crucial no confundir velocidad con productividad. Utilizar la velocidad para medir la productividad puede generar varias disfunciones dentro del equipo.
- Manipulación de resultados: Los equipos podrían inflar sus estimaciones para cumplir con metas arbitrarias de velocidad, lo cual distorsiona el propósito real de esta métrica.
- Presión extrema: Promover un estado constante de ocupación lleva a que los equipos trabajen más allá de sus límites, sin dejar márgenes para imprevistos o para su propio bienestar.
- Cultura dañina: Enfocarse en la velocidad como productividad puede llevar a una cultura tóxica y contraria a la colaboración, donde la cantidad prevalezca sobre la calidad.
¿Cuál es la mejor práctica para gestionar la capacidad del equipo?
Gestionar un equipo de ingeniería debe ser similar a cómo gestionamos las operaciones de servidores en producción: nunca funciona más allá del 60% de capacidad para poder enfrentar contingencias. Esto mismo debe aplicarse a los equipos de trabajo:
- Capacidad de reacción: Proporciona un margen de maniobra para que los equipos puedan adaptarse a problemas inesperados o aprovechar oportunidades imprevistas sin comprometer la calidad del trabajo o el bienestar de los miembros.
- Sorry: Se necesita motivar el equilibrio para evitar un desgaste que conlleve al fallo del equipo o a poner en riesgo la empresa.
¿Por qué la velocidad no es recomendada para medir la eficacia de los equipos?
Medir la eficacia de un equipo únicamente por su velocidad es engañoso y puede resultar perjudicial. En lugar de centrarse en métricas de velocidad, deberíamos buscar formas más integrales de medir la productividad y eficacia:
- Considerar otros indicadores: Evalúa la calidad del código, la innovación, la resolución efectiva de problemas y la satisfacción del equipo.
- Fomentar un ambiente saludable: Enfócate en métodos que promuevan la salud mental y física del equipo, y su compromiso a largo plazo con la empresa.
¿Qué alternativas se pueden considerar para medir la productividad y eficacia de un equipo?
Al pensar en alternativas más sanas para medir la productividad, es vital evitar métricas como las líneas de código o las horas trabajadas que podrían fomentar un ambiente de trabajo dañino.
Podrías considerar:
- Feedback del cliente y usuario para medir el impacto real del trabajo.
- Evaluación de la colaboración y comunicación dentro del equipo.
- Tiempos de respuesta a problemas o imprevistos.
- Innovación e implementación de mejoras que optimicen el flujo de trabajo.
Conclusión implícita
La clave está en entender la velocidad como una herramienta de planificación y no como un indicador de rendimiento. Enfocarse en crear un ambiente sustentable que favorezca tanto al equipo como a la empresa es el camino hacia el éxito. Con el tiempo, descubrirás la manera de medir el progreso de tu equipo que mejor se adapte a su dinámica y a sus objetivos. Mantente curioso, sigue explorando y no dudes en innovar.
