Resumen

El uso de inteligencia artificial en la creación de contenidos SEO genera muchas dudas, pero aplicado correctamente puede facilitar el trabajo editorial y aportar valor al posicionamiento web. Para aprovechar al máximo estas herramientas, es fundamental emplearlas como un apoyo en la investigación y redacción, no como una solución automática que reemplaza la creatividad y el criterio humano.

¿Qué recomienda Google sobre crear contenido con inteligencia artificial?

Google permite usar inteligencia artificial para la creación de contenido, siempre que este aporte una respuesta útil y precisa a la intención de búsqueda de cada persona. El secreto no es automatizar, sino acompañar a la herramienta y guiarla paso a paso. Esto asegura que el resultado final cumpla con los lineamientos y no infrinja ninguna política del buscador.

¿Cómo lograr contenido web digerible y optimizado para SEO?

La inteligencia artificial suele generar textos con párrafos largos y repetitivos, más apropiados para interfaces de AI que para páginas web. Es necesario trabajar de cerca con la herramienta y ajustar cada output para lograr un formato ideal:

  • Párrafos breves (entre tres y cinco líneas), fáciles de leer en web.
  • Corrección gramatical y de estilo, especialmente en títulos y subtítulos generados automáticamente.
  • Conversión de límites de caracteres a tokens para mejorar la precisión del output de ChatGPT.
  • Insistir con instrucciones claras y específicas, como: “párrafos de entre treinta y cinco y sesenta tokens”.
  • Separar ideas y listas cuando corresponda, solicitando explícitamente formatos de listado.

¿Cuál es el proceso recomendado para crear contenido SEO con ChatGPT?

  1. Definir un brief claro, con título SEO, introducción sugerida y estructura general (outlines o subtítulos para cada sección).
  2. Construir el contenido sobre ese brief, pidiendo outputs específicos:
  3. Explicar el tema de cada sección.
  4. Usar instrucciones muy detalladas sobre longitud y formato.
  5. Pedir listas concretas cuando la información lo requiera.
  6. Tomar los resultados como una base para luego corregir, pulir y adaptar a la voz humana.
  7. Integrar respuestas a preguntas específicas alineadas con las secciones del outline.
  8. Revisar todo el contenido antes de publicarlo, asegurando claridad, legibilidad y coherencia.

La clave está en ver a la inteligencia artificial como un asistente de redacción. Así, se aprovecha su velocidad y capacidad, pero siempre bajo el control y revisión de una persona que garantiza la calidad del texto. ¿Te gustaría saber más sobre cómo optimizar tus procesos editoriales con IA? Comparte tus dudas o experiencias.