Empatía afectiva y cognitiva para comunicar mejor
Clase 14 de 27 • Curso de Inteligencia Emocional
Resumen
La empatía es clave para comunicar con sentido y crear vínculos reales. Aquí entenderás con claridad qué significa, sus tipos principales y cómo aplicarla con respeto y eficacia, sin fórmulas rígidas y tomando en cuenta el contexto de cada persona.
¿Qué es la empatía y cómo definirla?
La definición central es directa: capacidad de percibir, compartir y comprender lo que la otra persona siente. En palabras cotidianas, es ponerse en el lugar del otro, “ponerse en sus zapatos”. Importa porque orienta nuestras respuestas emocionales y nos ayuda a acoger el mensaje, no solo las palabras.
- Percibir emociones ajenas con apertura y sin juicio.
- Compartir el estado emocional sin invadir ni sobreactuar.
- Comprender desde la experiencia propia lo que podría estar viviendo la otra persona.
¿Qué diferencia a la empatía afectiva de la cognitiva?
Existen dos vías complementarias para conectar. Ambas son válidas y se pueden entrenar con conciencia y práctica.
¿Qué es la empatía afectiva y cuándo usarla?
La empatía afectiva es un contagio emocional casi automático. Si alguien expresa alegría, sientes y muestras alegría. Si muestra tristeza, también te entristeces. Es humana y natural. Útil cuando quieres demostrar conexión emocional directa.
- Reconoce lo que sientes y decide si expresarlo o regularlo.
- Evita que tu emoción eclipse a la otra persona.
- Recuerda la autogestión emocional para escuchar mejor.
¿Cómo funciona la empatía cognitiva en la práctica?
La empatía cognitiva es más racional. Consiste en comprender lo que la otra persona siente y asociarlo con tus propias experiencias, recuerdos o hipótesis plausibles. Es frecuente en actores, que enlazan un guion emocional con vivencias personales para representar con autenticidad.
- Conecta con memorias similares sin suponer que son idénticas.
- Ajusta tu respuesta a lo que la persona necesita, no a lo que tú querrías.
- Complementa con señales verbales y no verbales de acogida.
¿Cómo practicar la empatía en conversaciones reales?
La empatía se transmite con pequeños gestos consistentes. No hay un único modo correcto: importa calibrar a la persona y a la situación.
¿Cómo adaptar el trato a cada persona?
- Sustituye la regla de “trata a los demás como te gustaría” por: trata a cada quien como crees que le gustaría ser tratado.
- Observa preferencias, límites y señales de comodidad o incomodidad.
- Ajusta el tono, el ritmo y el contacto según la respuesta del otro.
¿Cómo usar preguntas y lenguaje corporal?
- Pregunta “¿cómo estás?” y espera respuesta genuina.
- Orienta el cuerpo hacia la persona para mostrar conexión.
- Mantén una postura abierta y atenta. Evita interrumpir.
¿Qué rol tiene el contacto físico y el contexto sociocultural?
- Considera un contacto físico suave (mano en hombro o brazo) solo si el contexto sociocultural lo acepta y la persona lo percibe como apoyo.
- Prioriza los canales no verbales: mirada amable, tono calmado, silencio que acompaña.
- Recuerda: cada persona tiene sus razones. No necesitas conocer todo su contexto para respetar lo que siente.
¿Cómo reaccionar con empatía ante dos situaciones emocionales?
- Ante desánimo profundo por el trabajo: valida el malestar, evita minimizar y pregunta qué sería útil ahora. Ofrece presencia y escucha.
- Ante alegría por un aumento: celebra con congruencia, comparte la alegría y refuerza el logro sin apropiarte del momento.
Comparte cómo conectarías con estas emociones y qué dirías en el sistema de discusiones. Tu experiencia puede ayudar a otros a practicar la empatía con respeto y, más adelante, a desarrollar la asertividad.