Inteligencia emocional en el trabajo: habilidades blandas y límites
Clase 3 de 27 • Curso de Inteligencia Emocional
Resumen
La productividad sostenible nace de personas con inteligencia emocional. En cada equipo atravesamos una red de emociones que condiciona resultados y bienestar. Aquí se aclaran habilidades duras y habilidades blandas, la salud emocional como ventaja competitiva y una actividad de autoconocimiento para alinear vida personal y profesional con mentalidad en tarea.
¿Por qué la inteligencia emocional impulsa la productividad?
La inteligencia emocional es una habilidad blanda que mejora la colaboración y el desempeño. No sustituye a las habilidades duras, sino que las potencia: combinarlas permite trabajar mejor bajo presión, comunicar con claridad y liderar con empatía.
¿Qué son las habilidades duras y blandas?
- Habilidades duras: conocimientos técnicos aplicados a la profesión. Ejemplos: formulación química en laboratorio; estrategias pedagógicas en docencia.
- Habilidades blandas: competencias sociales y humanas. Ejemplos: comunicación efectiva; liderazgo.
- Inteligencia emocional: comprender y gestionar emociones propias y ajenas para trabajar mejor en equipo.
¿Cómo influye la salud emocional en el rendimiento?
- Importa la salud emocional además de la física: cómo te sientes en lo personal y laboral impacta en tu trabajo.
- Grandes empresas están aplicando estrategias de inteligencia emocional con resultados percibidos por sus trabajadores.
- También las pequeñas pueden serlo: caso de Emotivat (Barcelona), presentado por Lourdes López Barbosa, con ejemplos en vídeo y artículo.
¿Cómo separar lo personal de lo profesional sin perder humanidad?
Marcar límites sanos ayuda a cuidar tu energía y a colaborar mejor. No son muros rígidos, sino acuerdos claros contigo: qué pertenece al ámbito personal y qué al profesional.
¿Qué es un registro comunicativo y cómo usarlo?
- Define un registro comunicativo personal: más relajado para la vida diaria.
- Define un registro profesional: focalizado, respetuoso y orientado a objetivos.
- Alinea tu estilo de objetivos y actividades con cada registro para evitar fricciones.
¿Qué significa tener mentalidad en tarea?
- Enfócate al iniciar la jornada: claridad de objetivos y actividades.
- Recuerda que trabajas con compañeros: coordina y coopera.
- Si tus emociones personales afectan tu desempeño, reconócelo y comunícalo: “hoy tengo un mal día, me ha pasado esto”.
- Ajusta lo necesario: pedir espacio, aislarte un rato o valorar no asistir.
- La clave: conciencia emocional para que los demás puedan entenderte.
¿Qué actividad práctica te ayuda a aplicar estos conceptos?
Ejercitar el autoconocimiento facilita decidir dónde pones el límite entre lo personal y lo profesional. La propuesta es clara y accionable.
¿Cómo crear las dos listas de autoconocimiento?
- Crea dos listas: “vida personal” y “vida profesional”.
- Incluye: situaciones, objetivos, actividades y sensaciones.
- Ejemplos de actividades: usar Excel para vacaciones o finanzas personales; usar Excel solo en el trabajo.
- Ejemplos de objetivos: viajar como meta profesional, personal o ambas.
- Emociones a ubicar: ira, rabia, miedo, placer, alegría. Señala dónde aparecen y con qué frecuencia.
- Observa patrones: qué se comparte entre ámbitos y qué conviene separar.
¿Qué recursos puedes consultar y cómo participar?
- Revisa cuatro enlaces propuestos: dos vídeos sobre estrategias de inteligencia emocional en grandes empresas; un vídeo y un artículo de Emotivat (Barcelona) con ejemplos en pymes.
- Participa en el sistema de discusiones: comparte una empresa que consideres emocionalmente inteligente y explica por qué y en qué aspectos aplica la inteligencia emocional con su personal.
- Sube tus dos listas y comenta tus límites entre lo personal y lo profesional.
- Anticípate a la próxima sesión: habrá una lectura para continuar el trabajo.
¿Conoces una empresa emocionalmente inteligente o quieres feedback sobre tus listas? Comparte tu experiencia y conversemos en la discusión.