Resumen

Domina cómo escalar Jenkins con Jenkins Slaves para ejecutar jobs en paralelo y sin cuellos de botella. Aquí entenderás cuándo el master ya no alcanza, cómo funcionan los executioners y por qué un clúster de slaves de distintos tamaños te da control, rendimiento y flexibilidad.

¿Qué es un Jenkins slave y para qué sirve?

Un slave se conecta al Jenkins master y este le delegará trabajos como si fuera el propio master, pero corriendo en otra máquina: puede ser virtual o física. Aunque el nombre no guste, el concepto es clave para escalar horizontalmente.

  • Unidad de trabajo: el job es la unidad básica que Jenkins ejecuta.
  • Delegación: el master asigna jobs a slaves conectados.
  • Independencia de hardware: cada slave es un nodo separado.
  • Escalado horizontal: agregas más slaves según la demanda.

Habilidad: decidir qué jobs conviene mover a slaves para mejorar throughput.

¿Cuándo usar múltiples executioners y cuándo no alcanza el master?

Jenkins puede tener múltiples executioners en el master para correr varios jobs en paralelo. Sin embargo, hay un límite práctico donde conviene distribuir la carga a slaves.

¿Qué límites imponen el CPU y el manejo de Jenkins?

  • Cargas intensivas de CPU: algunos jobs demandan demasiado cómputo para un solo nodo.
  • Demasiados jobs simultáneos: el CPU no da abasto y el sistema se satura.
  • Sobrecarga de orquestación: no es solo CPU; también es demasiado para que Jenkins lo maneje eficientemente.

Dato clave: existe un límite de cuántos CPU puedes asignar a una sola máquina y de cuánto quieres pagar por ese hardware.

¿Por qué separar permisos del master ayuda?

  • Menor exposición: quizá no quieras dar todos los permisos al Jenkins master.
  • Aislamiento por seguridad: ejecutas jobs en slaves con permisos acotados.
  • Control por tipo de carga: defines qué se ejecuta y dónde, con mayor granularidad.

Keyword: delegación de trabajos desde el master hacia slaves conectados.

¿Cómo escalar horizontalmente con un pool de slaves?

La estrategia recomendada es formar un pool o clúster de slaves de diferentes tamaños, asignados a sus distintas workloads.

  • Nodos pequeños: para jobs cortos o poco intensivos.
  • Nodos grandes: para cargas más computacionalmente intensivas.
  • Asignación dirigida: envías cada job al slave más adecuado.
  • Paralelismo real: varios jobs corren a la vez sin competir por el mismo CPU.
  • Costo-eficiencia: compras o asignas solo lo necesario para cada carga.

Conceptos: job como unidad de trabajo, executioners para paralelismo en el master, slaves para distribución, y clúster para escalar sin depender de un único nodo.

¿Tú cómo organizas tu clúster de slaves en Jenkins y qué criterios usas para asignar jobs? Comparte tu experiencia en los comentarios.