Definición y Aplicación de Objetivos de Negocio en UX Design

Clase 19 de 32Curso de Gestión de Procesos UX

Resumen

En una conocida empresa latinoamericana de calzado online, se enfrentaban al desafío de aumentar sus ventas durante la temporada de verano. Inicialmente, el equipo directivo expresó su objetivo como “aumentar ventas en línea”, pero rápidamente entendieron que esta descripción era demasiado vaga para guiar efectivamente las decisiones de diseño y negocio.

Tras un análisis detallado, identificaron que era crucial establecer objetivos claros y alcanzables para orientar estratégicamente las decisiones de diseño UX. Así, decidieron formular su meta aplicando el marco SMART: vender 30,000 pares de zapatos semanales durante la temporada veraniega, incrementando además el ticket medio en un 3%. Este objetivo cumplía con todos los criterios necesarios: era específico (zapatos vendidos online), medible (30,000 pares, 3% incremento), alcanzable (alineado con capacidad productiva), relevante (relacionado con su sector) y temporal (temporada de verano).

Con este objetivo claramente definido, el equipo de diseño comenzó a evaluar cuáles serían las mejores estrategias para lograr estas metas. Se centraron en diseñar interacciones específicas que apoyaran directamente el cumplimiento de estos objetivos comerciales. Por ejemplo, introdujeron un sistema de recomendaciones que sugería productos complementarios, como accesorios para calzado o productos de cuidado, aumentando así las oportunidades de incrementar el valor promedio por compra.

Además, implementaron un diseño optimizado en el proceso de pago, ofreciendo opciones de personalización y servicios adicionales justo antes de completar la compra, lo cual ayudó a elevar aún más el ticket medio. Para evaluar el éxito de estas decisiones, se establecieron indicadores clave (KPIs) claros y medibles, como la tasa de conversión y el valor promedio por transacción. Estos indicadores permitieron al equipo monitorear continuamente el desempeño del diseño y ajustar rápidamente las estrategias según los resultados obtenidos.

En cuanto a la factibilidad, el equipo consideró cuidadosamente la capacidad productiva de la empresa, asegurándose de que las soluciones diseñadas fueran viables y realistas dentro de sus recursos disponibles. Al alinear las decisiones de diseño con esta capacidad, evitaron crear expectativas imposibles de cumplir, asegurando una experiencia positiva y consistente para el cliente.

Finalmente, comprendieron la importancia crucial de comunicar estos objetivos SMART a todo el equipo de diseño, asegurando que cada miembro entendiera claramente hacia dónde dirigir sus esfuerzos y cómo sus decisiones impactaban directamente en los resultados del negocio. Al establecer un marco temporal definido, pudieron planificar campañas promocionales efectivas y priorizar recursos de desarrollo para satisfacer la demanda durante los meses clave.

Este enfoque estratégico, basado en objetivos bien definidos y medibles, demostró claramente que las decisiones de diseño UX tienen un impacto directo y tangible en la consecución de los objetivos comerciales, transformando la experiencia del usuario en un verdadero motor de crecimiento para la empresa.