Las startups necesitan recursos para costear equipo, talentos, operaciones y crear sus productos. El financiamiento por inversión de riesgo es uno de los vehículos que te pueden ayudar a solventar esos gastos. En la mayoría de los casos, las startups mueren sin financiamiento externo.
Una startup es una compañía que crece exponencialmente y para eso se necesita cantidades fuertes de capital. Tener una reserva de dinero o war chest, como se le dice en inglés, resulta una ventaja competitiva en el mercado, pues permite enfocar los recursos de la compañía en las áreas y mercados clave.
Conseguir fondos no es tarea fácil. Tener un mensaje claro, una historia que cautive y un producto con tracción comprobada son clave para atraer el interés de los inversionistas. El capital de riesgo va en “rondas”. Las primeras son pre-seed y seed. Las siguientes se llaman “series”: Serie A, Serie B, Serie C… y cada una requiere unas métricas y una tasa de crecimiento por parte de la compañía.
La presentación de tu startup frente a inversionistas se llama “pitch” y va acompañada de diapositivas o un “pitch deck”. Hay pitches desde 1 minuto hasta 5. En esta ruta también aprenderás lo que necesitas para convencer a tus inversionistas con un pitch poderoso.
Vice President en Eden Global Partners
CEO en Vitau