Las arquitecturas CSS consisten en manejar el código CSS con una serie de reglas y patrones para facilitar su lectura, mantenibilidad y escabilidad.
El código que has manejado no se asemeja a la realidad, pues deberás manejar varios cientos o miles de líneas de código. Las arquitecturas CSS se encargan de manejar una norma en el código para que cualquiera pueda añadir o quitar funcionalidad sin mucho trabajo.
Objetivos de las arquitecturas de CSS
Los objetivos de las arquitecturas de CSS son:
Ser predecible: el código debe ser lo menos complejo posible.
Reutilizable: el código debe ser lo menos redundante, para evitar problemas con la especificidad.
Mantenible: el código debe ser lo más fácil de manejar para añadir o quitar estilos.
Escalable: el código debe ser capaz de crecer.
Buenas prácticas de las arquitecturas de CSS
Las buenas prácticas de las arquitecturas de CSS son:
Lineamientos y estándares: definir normas en tu grupo de trabajo de cómo estará escrito el código.
Documentación: establecer una breve explicación del código y de los lineamientos, esto sirve especialmente para nuevas personas se familiaricen con lo que deben hacer.
Componentes: establecer de manera componetizada cada uno de los elementos de tu página, es decir, manejarlos por partes para después unirlos en un todo.
Contribución creada por Andrés Guano (Platzi Contributor).