Los spreads (diferenciales), los swaps y los pools de liquidez son mecanismos que pueden utilizarse para facilitar la negociación en los mercados financieros.
Cada uno de ellos tiene su propia finalidad y caso de uso, pero todos trabajan juntos para proporcionar liquidez y eficiencia en el mercado
Un spread es simplemente la diferencia de precio entre dos activos diferentes.
Por ejemplo,
- si el activo A cotiza a 10 dólares por acción y el activo B cotiza a 11 dólares por acción, existe un diferencial de 1 dólar entre los dos activos. Este diferencial puede ser utilizado por los operadores para ganar dinero comprando a bajo precio y vendiendo a alto precio.
Un swap es un acuerdo entre dos partes para intercambiar un activo por otro en una sola transacción. En el contexto de las finanzas tradicionales, los swaps suelen utilizarse para intercambiar los pagos de intereses de préstamos o bonos.
Por ejemplo,
- una parte puede acordar pagar un tipo de interés fijo mientras la otra paga un tipo variable. Los swaps pueden utilizarse para cubrirse contra el riesgo o para especular sobre los cambios en las condiciones del mercado.
Los pools de liquidez son conjuntos de capital que pueden utilizarse para negociar activos financieros o proporcionar financiación.
Por ejemplo,
- un banco puede tener un fondo común de depósitos que utiliza para conceder préstamos.
El precio de un activo viene determinado por la oferta y la demanda de ese activo concreto en el mercado.
- Si hay más demanda que oferta, el precio aumentará.
- Sin embargo, si hay más oferta que demanda, el precio disminuirá.
Cuando se trata de instrumentos específicos como spreads, swaps y pools de liquidez, el factor determinante suele ser lo que se conoce como "creador de mercado"
El creador de mercado (Market Maker) fija los precios de estos instrumentos basándose en una serie de factores, como las condiciones actuales del mercado y su propia evaluación de las condiciones futuras.
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