Escucha Activa: Superar Prejuicios y Mejorar la Comunicación
Clase 9 de 26 • Curso de Desarrollo de Habilidades Blandas para Equipos de Trabajo
Resumen
¿Qué significa realmente escuchar?
La escucha es una habilidad vital en la comunicación. No se trata solo de oír palabras, sino de comprender verdaderamente el mensaje del otro. Escuchar de manera comprometida o generosa, también conocida como escucha activa, es esencial en las interacciones humanas. Esta forma de escucha no solo mejora nuestras relaciones, sino que también enriquece nuestro entendimiento del mundo. En las palabras del biólogo Humberto Maturana, somos "absolutamente responsables de lo que decimos, pero maravillosamente irresponsables de lo que el otro escucha". Esta cita subraya la diferencia entre oír, un proceso biológico, y escuchar, una elección activa y comprensiva.
¿Por qué es importante la escucha activa?
La escucha activa se centra en la comprensión plena del mensaje del otro sin emitir juicios. Implica un enfoque en el interlocutor, permitiendo que se exprese libremente sin temor a ser juzgado. La importancia de esta habilidad reside en:
- Creación de un espacio seguro: Fomentar un entorno donde las personas sientan que pueden compartir sus pensamientos y emociones sin ser criticadas.
- Mejor entendimiento conjunto: Facilita una acción común efectiva al asegurar que lo que se dice es recibido y entendido correctamente.
- Enfoque en el otro: Desplazar nuestra atención del "yo" hacia el "otro" es fundamental para entender su perspectiva.
La escucha activa exige que rompamos con nuestra tendencia de llevar nuestras propias opiniones y juicios a la conversación.
¿Qué es la escucha previa?
La escucha previa se refiere a la predisposición que tenemos al enfrentar nuevas conversaciones. Esta predisposición está influenciada por nuestras experiencias, costumbres, cultura y aprendizajes previos. Estos factores personales crean un filtro, un "mapa mental" que adultera lo que realmente escuchamos.
Ejemplos de escucha previa
- Experiencias negativas en relaciones de pareja: Podrían llevar a la creencia automática de que "todos son iguales", condicionando cómo se reciben nuevas interacciones.
- Experiencias laborales: Una historia de jefes autoritarios puede predisponer a un trabajador a pensar que todos los superiores son de tal manera, limitando su apertura a nuevos jefes.
Estas percepciones preconcebidas pueden actuar como barreras que impiden la comprensión genuina del otro, al interponer juicios y opiniones personales.
¿Cómo superar las barreras de la escucha previa?
Para fomentar una verdadera escucha, es esencial ser consciente de las conversaciones internas y juicios automáticos que condicionan lo que oímos. Una meta clave es "silenciar al enano", esa voz interna que a menudo busca tener la razón y imponerse.
Consejos prácticos para mejorar la escucha
- Autoevaluación continua: Reconocer cuándo nuestros juicios alteran nuestra recepción del mensaje ajeno.
- Práctica consciente: Trabajar en soltar las suposiciones previas durante las interacciones.
- Roleplay y ejercicios prácticos: Simular situaciones para practicar cómo despojarse de prejuicios y mejorar nuestra capacidad de escucha.
Reflexiones finales sobre la importancia de escuchar
Escuchar no es simplemente oír. Es una habilidad esencial que todos podemos desarrollar para mejorar tanto nuestra comunicación interpersonal como nuestro bienestar emocional. A través de la práctica continua de la escucha activa y el reconocimiento de la escucha previa, podemos aprender a comprender y conectar mejor con quienes nos rodean.
Recuerda, ¡la escucha activa transforma nuestras relaciones y nos abre a un entendimiento más profundo del mundo!