El rol de los medios en la percepción y resolución de conflictos
Clase 7 de 26 • Curso de Periodismo y Redes Sociales para la Inclusión y la Construcción de Paz
Resumen
¿Cómo influye nuestra relación con el conflicto?
El conflicto es una parte inevitable de la vida humana. Aunque muchas veces tendemos a pensar que los conflictos, ya sean de índole social, política o de cualquier otra naturaleza, están solo relacionados con intereses, ambiciones o actores armados, la verdad es algo más compleja. Nuestra relación con los conflictos y la forma en que los abordamos contribuyen significativamente a su persistencia.
Pensamos en un pueblo ficticio, Maoi, que enfrenta desafíos durante su construcción colectiva. A medida que surgían problemas, desde falta de materiales hasta incendios, la culpa se distribuía más rápido que las soluciones, dejando al pueblo ardiendo mientras sus habitantes se culpaban mutuamente. Esta narrativa pone de manifiesto cómo la responsabilización puede eclipsar la búsqueda de soluciones prácticas.
Los medios de comunicación juegan un papel crucial en este contexto. A menudo se utilizan para buscar justicia, pero también podrían funcionar como facilitadores del entendimiento y resolución de conflictos, en lugar de solo juzgar y asignar culpabilidades.
¿Qué papel juegan los medios en la perpetuación del conflicto?
Los medios son un actor político y social importante que influye en la percepción pública de los conflictos. Más allá de informar, los medios definen narrativas, establecen agendas y, en algunos casos, eluden sus responsabilidades originales al inclinarse hacia ciertas ideologías o intereses políticos. Esta alineación puede distorsionar cómo se presentan las cuestiones de justicia o inequidad.
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Responsabilización: Los medios a menudo buscan identificar culpables, lo que podría desviar la atención de abordar las causas subyacentes de los conflictos.
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Propagación de estereotipos: A través de encuestas y narrativas, se perpetúan estereotipos negativos sobre ciertos grupos, como excombatientes, personas con VIH, comunidades afrodescendientes, entre otros.
Es imperativo que los medios se reevalúen y se esfuercen por educar para contribuir a la paz social. Necesitan resignificar las historias, separando a los individuos que han dejado las armas de la delincuencia y la violencia, y reconocerlso como ciudadanos con derechos y oportunidades para reintegrarse.
¿Cómo replanteamos la percepción de la reintegración social?
Transformar la visión colectiva sobre los excombatientes y otros grupos marginados requiere un cambio en la narrativa promovida por los medios de comunicación. A menudo, el público lucha para diferenciar entre aquellos que han dejado las armas y quienes continúan en actividades delictivas. Aquí radica una oportunidad crucial para fomentar un entendimiento más matizado y constructivo.
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Oportunidades para la reintegración: Los medios deben enfatizar que aquellos que abandonan las armas merecen y tienen derecho a nuevas oportunidades. Reducir la separación entre excombatientes y el resto de la sociedad es vital para promover la cohesión y reducir el estigma.
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Alternativas a la criminalización: Hacer hincapié en programas de reintegración que no solo castigan sino que también buscan la inclusión de estos grupos en la sociedad es vital para el progreso social.
¿Qué acciones podemos llevar a cabo para cambiar esta dinámica?
La transformación no solo recae en los medios o los actores políticos. Cada individuo puede contribuir al cambio al replantear cómo participa en el discurso público y cómo interactúa con la información.
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Crítica constructiva: En lugar de replicar narrativas dañinas, podemos empezar a cuestionarlas y educar al respecto.
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Educación y sensibilización: Apostar por la educación tanto individual como comunitaria para tomar decisiones informadas sobre las interacciones en entornos de redes sociales y medios tradicionales.
Superar estos retos de violencia y discriminación en nuestras sociedades modernas requiere un cambio en la forma en la que todos, desde individuos hasta instituciones, percibimos y comunicamos sobre los conflictos y marginados. Al cambiar nuestras narrativas, podemos volvernos parte activa de la solución. ¡Anímate a repensar y compartir tus ideas!