Locus de Control: Cómo Influir en Tu Propia Vida
Clase 2 de 12 • Curso para Encontrar tu Propósito de Vida
Resumen
Ser protagonista de nuestra vida significa conocer en qué grado estamos en control de lo que ocurre en la misma. Esto implica ser conscientes de nuestras acciones y decisiones, y asumir la responsabilidad de nuestro propio destino.
Vidas Inspiradoras: 3 personajes
A lo largo de la historia, hemos visto ejemplos inspiradores de personas que han logrado grandes cosas a pesar de enfrentar dificultades. Billie Elliot, Albert Einstein y Oprah Winfrey son ejemplos de personas que superaron obstáculos y se convirtieron en protagonistas de sus propias vidas.
¿Cómo lo hicieron?
Estas personas tuvieron un fuerte compromiso con sus sueños y metas, y se negaron a dejarse vencer por las circunstancias adversas que enfrentaron. Se volvieron protagonistas de sus vidas, tomando el control de su destino y trabajando arduamente para lograr lo que deseaban.
¿Qué es el Locus de control?
El término "locus" proviene del latín y significa "lugar", por lo tanto, el locus de control se refiere al lugar donde sentimos que tenemos el control en nuestras vidas. Fue Julian B. Rotter quien desarrolló este concepto en los años sesenta como parte de su escala de control.
Locus de control externo
El locus de control puede ser interno o externo. Cuando tenemos un locus de control externo, creemos que los demás o los factores externos tienen el control sobre nuestras vidas. Sentimos que somos personajes secundarios en nuestra propia historia y esperamos que eventos extraordinarios cambien nuestro destino.
Locus de control interno
Por otro lado, cuando tenemos un locus de control interno, nos sentimos protagonistas de nuestra propia vida. Creemos que nuestras acciones pueden cambiar nuestras circunstancias y utilizamos los recursos disponibles para lograr un efecto beneficioso.
Cómo se complementa el locus de control interno y externo
Es importante tener en cuenta que el locus de control interno y externo no son conceptos excluyentes, sino que ocupan una proporción complementaria dentro de nosotros. Lo ideal es que el locus de control interno sea mayor, en una proporción cercana a 70/30. Esto implica enfocarnos en lo que podemos controlar y dejar de preocuparnos por aquello que está fuera de nuestro alcance.
Conclusión
Ser protagonista de nuestra vida implica ser consciente de nuestro locus de control y tomar el control de nuestro propio destino. Debemos comprometernos con nuestros sueños y metas, y asumir la responsabilidad de nuestras acciones y decisiones.
No podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero podemos controlar cómo respondemos y cómo perseguimos nuestras metas. Si nos convertimos en protagonistas de nuestras vidas, podemos lograr cosas increíbles.
Contribución creada por: Daniel Stiven Carrera.