Tipos de pruebas de software explicados

Clase 13 de 29Curso de Fundamentos de Pruebas de Software

Resumen

Domina los tipos de pruebas de software con un enfoque claro y práctico: diferencia niveles de pruebas y tipos, alinea objetivos y selecciona técnicas que descubran defectos con eficiencia. Aquí se explican con claridad las pruebas funcionales, no funcionales, estructurales y el manejo de cambios, conectándolas con escenarios reales y decisiones de cobertura.

¿Qué son los tipos de pruebas de software y por qué importan?

Los tipos de pruebas clasifican las actividades de validación según su objetivo, independientemente de la profundidad o nivel. Son las técnicas que se emplean para encontrar defectos y verificar que el producto cumple lo esperado, ya sea por seguridad, performance, funcionalidad o despliegue en una nueva plataforma.

  • Clasificación basada en objetivos.
  • Técnicas independientes de la profundidad.
  • Enfoque en detectar defectos de forma efectiva.
  • Consideran seguridad, performance, funcionalidad y plataforma.
  • Se alinean con las estrategias de pruebas.

¿Cómo se relacionan niveles y tipos de prueba?

Los niveles describen la profundidad (componente, integración, sistema). Los tipos definen la técnica aplicada. Se combinan según el impacto del cambio o del defecto.

  • Nivel de componente.
  • Nivel de integración.
  • Nivel de sistema.
  • Pruebas de regresión que pueden abarcar todo el flujo cuando un cambio impacta múltiples componentes.

¿Cómo se definen las pruebas funcionales y no funcionales?

Las pruebas funcionales validan lo que el sistema debe hacer y cómo interactúa la persona usuaria. Se comprueba que las funciones operen según el diseño y los requisitos, sin importar cómo está construido internamente.

¿Qué valida una prueba funcional en una aplicación?

  • Ingresar y ver datos correctamente.
  • Hacer clic en botones para enviar formularios.
  • Acciones de siguiente y volver.
  • Interacción con checkboxes.
  • Que “pueda funcionar” de extremo a extremo según la especificación.

¿Qué cubren las pruebas no funcionales?

Evalúan la experiencia más allá de que “funcione”. Incluyen usabilidad, accesibilidad, aspectos visuales y performance. Aunque una función responda, puede percibirse lenta o poco usable, y debe considerarse la interacción de personas que no leen o no ven.

  • Usabilidad: facilidad de uso y aprendizaje.
  • Accesibilidad: interacción inclusiva para distintas capacidades.
  • Visual: consistencia y legibilidad de la interfaz.
  • Performance: tiempos de respuesta y fluidez percibida.

¿Qué aportan las pruebas estructurales y el manejo de cambios?

Las pruebas estructurales se centran en la tecnología y el stack del producto: base de datos, servidor y la correcta configuración para las necesidades del sistema. Complementan a las funcionales y no funcionales al inspeccionar cómo está armado el software.

¿Por qué se les conoce como caja blanca o caja negra?

Las estructurales son de caja blanca: se observa lo que hay dentro del software y su construcción. Las funcionales y no funcionales son de caja negra: no es necesario conocer la arquitectura para validar el comportamiento y la experiencia.

¿Cómo organizar pruebas ante cambios y defectos?

El manejo de cambios incluye volver a revisar el software tras arreglar un defecto y ejecutar pruebas de regresión cuando una modificación puede afectar componentes o el flujo completo. Esta organización puede combinar tipos y niveles.

  • Revisión después de corregir un defecto.
  • Pruebas de regresión para asegurar que “todo sigue funcionando” tras cambios.
  • Ejecución en front-end, back-end o estructura según el impacto.
  • Cobertura en niveles: componente, integración y sistema.

Comparte en comentarios cómo organizas tus pruebas por tipo y qué criterios usas para decidir entre pruebas funcionales, no funcionales, estructurales o de regresión.