Cuando queremos emprender siempre nos preocupamos sobre si nuestra idea será aceptada o no, si a las personas les parecerá algo original o brillante, pero no siempre nos detenemos a pensar si nuestra idea se podrá adaptar al medio en que vivimos: un mundo exponencial, altamente competitivo y cambiante. Para poder adaptarnos debemos entender cómo y por qué nuestro entorno es de la forma que es.
Tecnologías sociales vs. tecnologías físicas
Las tecnologías sociales y físicas están conectadas y relacionadas, pero son distintas. Nuestro entorno está lleno de objetos e instituciones, entre estos podemos mencionar a la economía o la cultura. Estas son tecnologías sociales. Las cosas que solemos llamar tecnología hoy en día se llaman tecnologías físicas. Entre ellas, están:
Internet
Las criptomonedas
Nanotecnologías
Biotecnología
Cognotecnología
El ritmo de vida actual es muy acelerado. Las tecnologías físicas avanzan a un ritmo tan rápido que las personas no pueden adaptarse con la misma velocidad.
Antes, los cambios tardaban años o incluso décadas en suceder, pero en la actualidad, hay siempre tantas cosas nuevas que es muy difícil intentar abarcarlo todo.
El ciclo del mundo
Se ha dicho que la historia tiende a repetirse, y a lo largo de los siglos, se ha observado que cada cambio tecnológico genera un cambio económico. Este genera un cambio social que provoca un cambio en el ethos (usos y costumbres de la sociedad, lo que se considera el status quo), esto último provoca otro cambio tecnológico, y el ciclo vuelve a empezar.
Entre estos cambios tecnológicos podemos mencionar: el fuego, la revolución industrial, la imprenta.
La última gran revolución tecnológica es el internet. El impacto ha sido tal, que al día de hoy, se está desafiando el modelo económico dominante, con el debate si seguiremos usando dinero fiat o crypto. El siguiente gran cambio tecnológico será la inteligencia artificial, y de nuevo, el mundo volverá a cambiar.
Tu idea y su tecnología
Tenemos que pensar en nuestra idea, en caso haga uso de la tecnología, no solo desde la perspectiva de que solucione un problema y con eso construir un modelo de negocio, sino siendo consciente que tarde o temprano esa tecnología va a regresar transformada en otra cosa.
