Adaptar(se) al ambiente
Clase 9 de 10 • Curso de Manejo de Emociones para la Productividad y la Organización
Resumen
Adaptarnos al ambiente ayuda a que todos los procesos y conceptos que hemos aprendido a lo largo del curso funcionen de mejor manera.
Asimismo, adaptarnos al ambiente implica:.
1. ¿Eres una “alondra” o un “búho”?
Eres una alondra si eres más creativo o creativa y más enfocado o enfocada durante el día. Por el contrario, eres un búho si funcionas mejor de noche.
Identifica en qué momento del día te desempeñas y te sientes mejor en el ámbito de la productividad y la creatividad. Reconocer esto ayudará con la siguiente técnica.
2. Entiende qué dimensiones de tu trabajo son ‘talacha’ o creatividad
Una vez que entiendes a qué horas del día eres más creativo o creativa, identifica las tareas que requieren mayor energía y creatividad y realízalas en el horario que te sientas mejor.
Deja las tareas repetitivas o que requieren menos esfuerzo mental para otros horarios.
3. Considera el clima
Es posible que te veas afectado o afectada, en mayor o en menor medida, por condiciones de temperatura, lluvia o tormentas. Por eso, identificar cómo el clima afecta tus procesos psicoemocionales te ayudará a planear tus tareas de manera acorde.

4. Dale lugar a tus manías personales y necesidades fisiológicas
Hay personas que no pueden trabajar sin antes haber ordenado su cuarto, meditado o tomado el desayuno. En general, es posible que tengas ciertas compulsiones que debes llevar a cabo antes de empezar a laborar, lo cual no está mal, siempre y cuando no perjudique tu trabajo o el de los demás.
A veces solemos castigarnos con la falta de sueño, agua, comida u otras necesidades, hasta terminar el trabajo. Es importante que no desatiendas estos aspectos, ya que te puede traer problemas a la larga.
Recuerda tomar pausas para caminar, respirar, correr, bailar, y activar el sistema cardiovascular en general.
5. El ocio recarga combustible
El ocio no es malo, al contrario, es natural y necesario. Gracias a este, activamos la atención pasiva, lo cual nos permite recargar energía.
Jugar, salir a caminar y hablar con amigos y amigas, son el tipo de actividades que nos ayudan a recuperar la energía emocional.
Contribución creada con los aportes de Luis Eduardo Alanís Villarreal y Ciro Villafraz.