Técnicas de compresión de cronogramas: fast tracking y crashing

Clase 16 de 23Curso de Fundamentos de Project Management

Resumen

Cuando los planes se topan con la realidad, la diferencia entre retrasarse y cumplir está en decidir con claridad. En gestión de proyectos, el equilibrio entre priorizar, paralelizar o reforzar define el rumbo. Aquí verás cómo usar con criterio las técnicas de compresión del cronograma: fast tracking y crashing. Así podrás evaluar alcance, costo, tiempo y riesgo antes de comprometerte y actualizar la línea base con confianza.

¿Cómo decidir entre priorizar, paralelizar o reforzar en tu cronograma?

Elegir bien empieza por reconocer el trade-off: cada decisión trae beneficios y riesgos. La clave es mantener el control del cronograma y proteger los hitos críticos del negocio.

  • Priorizar: enfocar primero lo esencial para mantener el rumbo.
  • Paralelizar: superponer actividades que eran secuenciales, como en fast tracking.
  • Reforzar: añadir recursos para acelerar la ruta crítica, como en crashing.
  • Documentar y comunicar: todo cambio impacta la línea base y debe socializarse con los interesados.

¿Qué son fast tracking y crashing y cuándo aplicarlos?

Ambas técnicas buscan comprimir la duración total del proyecto con implicaciones distintas. Elegir depende de cuánto riesgo puedes asumir y cuánto costo puedes invertir para salvar fechas clave.

¿Cómo funciona el fast tracking y qué riesgos conlleva?

  • Superponer fases o actividades antes de terminar por completo su predecesora.
  • Generalmente sin aumentar el costo directo.
  • Aumenta el riesgo de retrabajo, errores y fallas de comunicación.
  • Útil cuando puedes coordinar integración y calidad para minimizar impactos.

¿Qué implica el crashing en la ruta crítica?

  • Añadir recursos a actividades críticas: más personal, equipos más eficientes, horas extra o incentivos.
  • Siempre aumenta el costo directo.
  • Reduce la duración total priorizando la ruta crítica.
  • El reto: lograr la mayor compresión con el menor costo y el menor riesgo adicional.

¿Cómo combinar ambas en el proyecto del dron?

Escenario: retraso de dos semanas en pruebas de vuelo cerradas (simulador y campo) que amenaza el hito del primer vuelo estable para la certificación.

  • Opción A: fast tracking.
  • Iniciar pruebas en simulador con firmware al 70% de desarrollo.
  • Ganancia de tiempo: adelanto de una semana.
  • Costo: mínimo, horas extra y coordinación.
  • Riesgo: medio-alto por errores críticos del firmware durante pruebas.

  • Opción B: crashing.

  • Contratar un segundo equipo de ingenieros de pruebas y alquilar un segundo simulador.
  • Ganancia de tiempo: reducción de hasta dos semanas con ciclos en paralelo.
  • Costo: mayor por honorarios y alquiler.
  • Riesgo: bajo-medio por adaptación, capacitación y coordinación entre equipos.

  • Combinación inteligente.

  • Aplicar fast tracking (pruebas con firmware al 70%) y crashing (equipo y simulador adicionales).
  • Resultado: recuperar las dos semanas de retraso o incluso ganar una semana extra.
  • Consideración: aumento de costos y riesgo de retrabajo en el firmware.

¿Cómo ejecutar una replanificación efectiva sin caer en errores comunes?

Replanificar a tiempo protege los objetivos del negocio. Improvisar encarece, desmoraliza al equipo y pone en riesgo el éxito. Actúa con método y transparencia.

¿Qué guía de acción práctica puedo aplicar?

  • Identificar el impacto real: cuantifica el retraso y los hitos afectados.
  • Generar opciones: haz brainstorming y estima costo, tiempo y riesgo por alternativa; incluye fast tracking y crashing.
  • Elegir y documentar: selecciona según objetivos y criterios de aprobación; registra supuestos y decisiones en el acta de constitución y tramita el cambio significativo.
  • Comunicar y actualizar la línea base: socializa motivos, acuerda el nuevo cronograma y establece controles.

¿Qué errores frecuentes debo evitar?

  • Agregar gente a tareas no divisibles: la ley de Brooks advierte que más personas no siempre reducen tiempo.
  • Paralelizar sin plan de integración: el fast tracking sin integración genera retrabajo; define controles de calidad y comunicación constante.
  • Ignorar el aumento del riesgo: compresión implica nuevos riesgos; documenta y gestiona para evitar sorpresas.

¿Qué beneficios obtienes al comprimir con método?

  • Cumplir fechas clave críticas para el negocio o el cliente.
  • Optimizar recursos: uso más efectivo de equipo y presupuesto bajo presión.
  • Decidir con datos: evaluar costo, tiempo, riesgos y beneficios de cada alternativa.
  • Comunicar con claridad: presentar una estrategia sólida a los interesados.

¿Te animas a ponerlo en práctica? Comparte en comentarios tu plan de recuperación: plantea dos alternativas con fast tracking o crashing, estima costos, tiempos y riesgos, y recomienda cuál implementar y por qué.