Protocolo de crisis: estructura mínima vs workroom

Clase 14 de 21Curso de Gestión de Crisis en Redes Sociales

Resumen

La mayoría de los problemas graves se pueden evitar con un plan claro y entrenado. El 90 % de las crisis se podrían prevenir si existe un protocolo de crisis activo, una estructura mínima bien definida y un workroom listo para activarse cuando la situación lo requiera. Aquí tienes las pautas esenciales para decidir rápido y actuar con criterio, sin improvisar.

Protocolo de crisis: prevención y activación

La clave está en prevenir, preparar y practicar. No todas las crisis requieren movilizar a todo el equipo desde el primer minuto: define cuándo basta con la estructura mínima y cuándo debes activar el workroom o cuarto de guerra.

¿Cómo diferenciar estructura mínima y workroom?

  • Estructura mínima para crisis leves: director de comunicación, director de prensa y director digital.
  • Decisiones rápidas al inicio: pocas personas, roles claros.
  • Workroom para crisis complejas: incluye CEO, director financiero, director de tecnología, director de comunicación y responsable de comunicación digital.
  • Comunicación digital: adapta y publica el mensaje en redes sociales.
  • Activación condicionada: temas legales o financieros requieren cuarto de guerra completo.

¿Cuándo activar simulacros y por qué importan?

  • Frecuencia recomendada: cada tres o cuatro meses.
  • Objetivo: entrenar la coordinación entre estructura mínima y workroom.
  • Beneficios: velocidad de respuesta, mensajes coherentes, menos errores.
  • Cultura de preparación: todos saben qué hacer y cuándo.

Vocería y entrenamiento de portavoces

Una vocería firme, amable y empática marca la diferencia. Define con anticipación quién será la fuente de información y quién dará la cara ante medios y públicos.

¿Quién debe ser la fuente y dar la cara?

  • Opciones de vocería: el CEO o la persona responsable de comunicación con medios.
  • Criterios clave: transmitir confianza y empatía.
  • Consistencia: una cara visible, mensajes unificados.
  • Responsabilidad: centralizar la información para evitar contradicciones.

¿Cómo entrenar mensajes, tono y lenguaje no verbal?

  • Entrenamiento de portavoces: practicar mensajes, escenarios y límites de respuesta.
  • Manejo del lenguaje: palabras, tono y formas adecuados.
  • Lenguaje no verbal: coherencia entre lo que se dice y cómo se dice.
  • Preparación previa: respuestas a preguntas críticas y posturas claras.

Plantillas operativas y trabajo con expertos

En crisis no se improvisa: se planifica. Las plantillas operativas te permiten responder con velocidad y consistencia, ajustando el mensaje al contexto real.

¿Qué plantillas necesitas para no improvisar?

  • Statement inicial por escenario: guía para el primer mensaje público.
  • Documento de preguntas y respuestas: anticipa dudas y objeciones.
  • Matriz por tipo de crisis: qué es, cómo gestionarla y respuestas adecuadas.
  • Adaptación local: las guías orientan, la realidad manda.

¿Con qué equipos colaborar en crisis importantes?

  • Equipo legal, de compliance y de tecnología: acompañamiento desde el inicio.
  • Recomendación confiable: evita pasos que agraven el problema.
  • En crisis financieras o de sanidad: coordinación directa con autoridades.
  • Trabajo en equipo: decisiones informadas, tiempos y responsabilidades claras.

Si ya tienes estas bases listas, podrás avanzar con seguridad hacia los árboles de toma de decisiones y mejorar aún más la respuesta ante situaciones críticas. ¿Qué prácticas ya aplicas y cuáles te gustaría fortalecer? Deja tus comentarios y experiencias.