Estructura narrativa del viaje del héroe en tu carrera profesional

Resumen

Tu historia profesional sigue un patrón poderoso llamado El viaje del héroe, una estructura narrativa clásica identificada por Joseph Campbell. Este modelo puede ayudarte a comprender mejor las decisiones en tu carrera, aprender a presentar tu experiencia de manera impactante y conectar profundamente con clientes, equipos o en entrevistas laborales.

¿Qué es el viaje del héroe y cómo influye en tu vida profesional?

El viaje del héroe es una estructura narrativa encontrada por Joseph Campbell en historias que se repiten a través de diversas culturas y épocas. Esta estructura incluye un llamado a la aventura, superar temores al dejar lo conocido, enfrentar desafíos, obtener aliados, vivir una transformación y regresar con nuevos aprendizajes y experiencias valiosas para compartir.

Es igualmente importante El viaje de la heroína, donde lo esencial es la conexión con uno mismo, reencontrar la intuición interna y sanar la desconexión entre expectativas externas y deseos personales. Ambos viajes pueden complementarse en tu desarrollo personal y profesional.

¿Cuál es el poder de contar tu historia profesional según esta metodología?

Aplicar esta metodología a tu trayectoria te permite:

Demostrar que tu carrera no ha sido lineal, sino valiente y decidida.
Transformar supuestos fracasos en aprendizajes valiosos.
Conectar de manera auténtica con clientes, colegas y empleadores.
Fortalecer tu confianza mostrando tu capacidad para afrontar desafíos.

Tomemos un ejemplo práctico:

Ordinario: un analista de datos técnicamente capaz, pero incapaz de comunicarse efectivamente con equipos.
Llamado a la aventura: la oportunidad de presentar resultados importantes a altos directivos.
Aliados: prácticas, ensayos y comentarios constructivos.
Crisis: miedo escénico antes y durante la presentación.
Transformación: comprender que puede influir en decisiones utilizando una narrativa efectiva y clara.
Regreso: aplicar lo aprendido capacitando a otros en comunicación efectiva y presentaciones.

¿Cómo estructurar tu viaje personal y profesional?

Aplica esta estructura al contar tu historia respondiendo claramente estas seis etapas:

Ordinario: ¿En qué situación estabas antes de un cambio significativo?
Llamado a la aventura: ¿Qué momento o situación te motivó a cambiar?
Aliados o mentores: ¿Quiénes te ayudaron en tu proceso?
Crisis y obstáculos: ¿Cuál fue el desafío más grande que enfrentaste?
Transformación: ¿Qué aprendiste o cómo creciste tras superar el obstáculo?
Regreso: ¿Qué puedes aportar hoy gracias a esa experiencia?

Esta perspectiva te ayudará a reconocer tu propia trayectoria, ofreciendo claridad sobre tu identidad profesional y tu potencial de impacto.

¿En qué parte del viaje estás ahora? Te invito a compartir tu historia en los comentarios, aunque sientas que aún no está completa. Escribirla puede ofrecerte claridad y prepararte para los siguientes desafíos profesionales que enfrentarás.

Edinson Parra Bahos

student•

Yo trabajaba por un salario fijo, cada día regresaba a casa a ver televisión y pasar tiempo con mi familia, pero mis finanzas no estaban bien, no tenía ahorros, vivía endeudado, cuando tuve emergencias no tenía como afrontarlas, mi esposa llegó a decirme que si era que tenía moza que tanto que trabajaba y no me alcanzaba el dinero.

Entendí que no podía seguir así sufriendo para llegar a fin de mes. me propuse a capacitarme sobre finanzas personales, leer, escuchar podcast, pero lo mas dificil fue aprender a controlar el impulso de comprar, porque todo lo resolvía comprando y peor aun con la tarjeta de crédito. Aprendí a esperar 3 dias antes de comprar lo

que creía que necesitaba, aprendí a conservar mi sueldo al menos por una noche en mi cuenta antes de pagar a quien le debía, aprendí a revisar otras opciones y de última la de comprar, aprendí a crear un fondo para emergencias que arrancó con poco, fue creciendo y que definitivamente te ayuda a dormir mas tranquilo porque sabes que si tuvieras una emergencia tendrías como enfrentarla lo cual te hace sentir mas seguro.

jorge luis jimenez saavedra

student•

Wow bro, excelente historia eso fue como dar un vistazo al pasado.

VERONICA GARCES BERRIO

student•

Esta tremenda esta historia!!!

Gracias por compartir!!!

Ismael Sánchez Sánchez

student•

Era febrero de 2020. Estaba cursando mi último año de universidad. Con mucho miedo y nada de experiencia, inicié mi vida profesional como Ingeniero Arquitecto en una empresa reconocida. Estaba muy alegre y orgulloso de mí por la oportunidad que había obtenido. Me agradaba mucho el ambiente, mis compañeros y los beneficios que ofrecía la empresa. Me imaginé trabajando por muchos años ahí y teniendo un crecimiento real en mi carrera.

Llegó marzo, la pandemia y junto a ella mi temor más grande. En Mayo fui despedido junto con otros compañeros de trabajo debido a que se cancelaron obras y proyectos que había en puerta. Como sino fuera suficiente, mi papá enfermó de COVID y posteriormente falleció. Sin dinero, con gastos corriendo y mi carrera por continuar, debía hacer algo para poder traer comida a la mesa y liquidar deudas. Recordé que un día mi hermano (Desarrollador web) me recomendó Platzi y sugirió que reinventara mi carrera profesional. Con mucho miedo e incertidumbre decidí tomar un giro inesperado.

En ese momento no podía costear la suscripción pero gracias a los DemoDay (fines de semana gratis) aprovechaba esas 72 hrs para tomar todos los cursos que pude para iniciar mi carrera en Marketing Digital (algo muy solicitado en ese momento).

Intenté emprender, ofrecer servicios como Community Manager y vender en línea, funcionó por un tiempo pero después de un par de meses fracasaron mis proyectos. Estaba angustiado, desanimado y a punto de tirar la toalla pero lo que me mantenía motivado era saber que aunque estaba iniciando desde cero y no tenía mucho conocimiento de un entorno totalmente diferente a lo que había estudiado, había obtenido buenos resultados. Algo en mí me decía que podía mejorar así que decidí continuar y aprender más.

Después de un par de meses estudiando y mejorando mis habilidades llegaron las oportunidades laborales. Primero en una constructora, después una comercializadora, luego una inmobiliaria, hasta que llegué a una agencia de Marketing y Publicidad nacional en la que obtuve la mayor experiencia posible, trabajando para grandes marcas y con personas muy experimentadas.

Durante mi carrera como creativo en la industria de la publicidad y marketing he tenido muchos tropiezos, errores y derrotas pero los considero a cada uno de ellos como partes necesarias de un proceso de aprendizaje y del cual estoy eternamente agradecido por haberme ayudado a salir adelante y que me permitió ayudar a mi familia en tiempos difíciles.

Platzi Team

student•

Ismael, inspiras amigo.. Gracias por compartir parte de tu historia

giorlyn reyes

student•

me anima leer tu historia.

Nidia Emilse Montañez Arevalo

student•

Durante años trabajé como auxiliar contable. Todas las mañanas llegaba muy puntual a trabajar en una oficina. Aunque era responsable y disciplinada, me daba miedo asumir cargos de mayor responsabilidad por miedo a cometer errores. Durante ese tiempo logré desempeñar muy bien las funciones de mi cargo, razón por la cual cada día me agregaban más tareas, y con ellas llegaba el estrés. Tenía la sensación de tener pendientes a toda hora. Los domingos en la tarde empecé a experimentar ansiedad al pensar que debía regresar el lunes a continuar con tareas que ya no disfrutaba, pero aun así me daba miedo salir de mi zona conocida.

Hasta que un día un jefe me dijo: "Necesito que dejes de pensar como auxiliar y empieces a pensar como contadora", y esto resonó en mi cabeza. Pasaron los días, tomé la decisión de dejar mi trabajo y empecé la búsqueda de uno nuevo; entrevistas van, entrevistas vienen, días enteros presentando pruebas. Pasaban los meses y nadie me contrataba. Para ese momento yo estaba graduada en Contaduría Pública, pero solo tenía experiencia como auxiliar contable. Cuando iba a las entrevistas, me decían: "Para auxiliar contable estás sobrecalificada, y para contadora no tienes experiencia en el rol". Cansada de esto, decido buscar la forma de trabajar como profesional independiente. Aunque el miedo estaba susurrándome "es muy difícil", decidí capacitarme por mi cuenta. Busqué expertos en algunos temas puntuales y tomé capacitación con ellos para comenzar un nuevo camino.

Lo más difícil fue confiar en que tenía la capacidad y conocimiento profesional para asesorar al cliente. Aprendí que, aunque al inicio se cometan errores, si no estoy dispuesta a asumir el riesgo y comprender que es parte del aprendizaje, que estos también son una oportunidad para adquirir experticia, no me voy a lanzar a la aventura de crecer. Hoy entiendo la importancia de tomar acción a pesar del miedo. Últimamente me ha hecho sentido una frase que leí: “El miedo hay que atravesarlo, dar un paso adelante”. Desde mi experiencia, ahora estoy segura: es mejor la satisfacción de haberse arriesgado que quedarse con la duda.

Henry Quezada

student•

Gracias por compartir

Henry Quezada

student•

Gracias por compartir

Diego Mauricio Zuluaga Rodríguez

student•

Al inicio vivía en un barrio pobre llamado Parcelación Santa Isabel en Zipaquirá.

Me di cuenta que me gustaba la lectura,el baloncesto y aprender cosas nuevas, así que podía ser algo más que un ñero atracador, drogadicto o un operario más.

Conocí a Don Javier, el presidente de un club de baloncesto y me ofreció media beca para estudiar en la universidad. Estudié economía en la Escuela Colombiana de Ingeniería.

Lo más difícil fue viajar todos los días a las 6am desde la Parcelación Santa Isabel y volver tarde entre 11pm y 12am, y trabajar los fines de semana de mesero para poder pagarme los pasajes y la comida.

Aprendí que el sacrificio y aceptar las oportunidades a pesar del miedo tiene su recompensa. En mi cambio las ganas de seguir aprendiendo nuevas habilidades.

Hoy vivo en Bogotá con mi esposa y doy clases de Python en la Universidad de la Sabana enseñando a jóvenes a salir adelante a pesar de las dificultades.

Alma Yulissa Alcantar Naranjo

student•

💡 Tu historia en 6 etapas del viaje del héroe:

Ordinario

Empecé una cuenta de Instagram para una empresa donde trabajaba. Sin saber mucho, comencé a crear y subir contenido por pura curiosidad.

Llamado a la aventura

Durante 2-3 meses seguí publicando, pero no pasaba nada. El crecimiento era mínimo y me sentía estancada. Estaba a punto de rendirme.

Crisis / Obstáculo

Los videos no generaban vistas, tenía solo 100 seguidores y sentía que nadie me veía. Me desesperé, pensé en dejarlo todo.

Aliado o mentor

Aunque no hubo una persona específica, fue ese momento interno de resistencia, ese pensamiento de: ”¿y si lo intento una vez más?” Esa fue mi aliada: la constancia.

Transformación

Un día, un video que ni me parecía especial… se volvió viral. Millones de reproducciones. Entendí que todo puede cambiar en un instante, si no te rindes.

Regreso Ese momento me enseñó que el crecimiento real requiere paciencia, y que uno nunca sabe cuándo llegará ese clic. Ahora comparto mi historia para animar a otros creadores a seguir, incluso cuando parece que nadie los ve.

Silvia Ramirez Galindo

student•

Parte del viaje en la que estoy

Hoy estoy en una etapa de reconstrucción. No desde el esfuerzo, sino desde el descanso. Estoy aprendiendo a vivir con propósito, sin cargar el mundo en los hombros. A escuchar mi cuerpo como un aliado, no como un enemigo. A liderar desde el alma, no desde el miedo. Y a sostener espacios de sanación para otros… mientras sigo sanando yo también.

Obstáculos que han ayudado a mi aprendizaje

El agotamiento extremo, la frustración emocional, la decepción en mi matrimonio, la sobrecarga laboral… todo eso fue mi escuela. No lo entendí al principio, pero ahora sé que cada quiebre me enseñó algo vital: a soltar el control, a pedir ayuda, a confiar en Dios en lo invisible, y a priorizar mi salud emocional y espiritual. Sin ese caos, jamás habría despertado.

Conocimiento para compartir con quien quiera iniciar este camino

Si estás cansada, confundida, sintiendo que no puedes más… ese también puede ser tu inicio. No necesitas tener todas las respuestas. Solo el coraje de hacer una pausa. De mirar hacia adentro. De volver a ti.

Hoy quiero decirte esto: tu alma no está rota. Solo está pidiendo atención. Y Dios no se ha ido. Él quiere restaurarte desde lo profundo. Empieza hoy. A tu ritmo. Con una sola decisión: no volver a traicionarte a ti misma.

Veronica Carcaño Ventura

student•

Desde la preparatoria quise estudiar gastronomía, me visualizaba como un chef repostero o un crítico de comida. Desafortunadamente en la universidad en la que me postule no logre alcanzar el puntaje requerido. Fue un golpe duro, ya que en ese momento me consideraba una persona estudiosa. Y para mi mala suerte, todas las universidades ya habían presentado su exámen de adminisión. En ese entonces, mis papás recordaron de una universidad en el pueblo de mi abuelita. El problema fue que no existía la carrera de gastronomía. Así que, para continuar estudiando tuve que elegir entre una carrera de Ing. en Alimentos (enfocado a cosas industriales) o Ing. en Tecnologías de la información. Elegi la segunda (en mi cerebro loco, pretendía estudiar un año para volver a intentar ingresar a gastronomía. Spoiler, no fue así).

Mi aventura comenzó cuando en una de las primeras clases que tuvo, un profesor nos reto a terminar lo que empezábamos, porque eso le daba valor a nuestro esfuerzo y al que hacían nuestros padres. Nos dijo que estabamos ahí porque no nos aceptaron en otro lugar o porque no había otra opción (ambos puntos ciertos), pero que si acababamos la carrera a pesar de esas circunstancias, podríamos lograr cualquier cosa en la vida, no importa que tan difícil sea. Sinceramente eso me reto demasiado, por lo que termine la carrera a pesar de no llevarme mucho con la programación. Me aterrorizaba programar, y mi computadora no ayudaba porque era muy lenta. Lo más complicado fue hacer las prácticas y la tesina, donde te enfrentas con el mundo real, problemáticas reales. Cuando terminé la universidad, me sentí muy orgullosa de terminar algo que inicialmente me costo mucho trabajo y no me gustaba.

Mi vida laboral empezó como recepcionista en un hospital, donde aprendí a conocerme como persona en el mundo laboral, tuve que atender a las personas y difernetes situaciones de estrés real. Posteriormente, encontre mi primer trabajo en el mundo de sistemas, pero fue muy estresante y decepcionante. El horario era muy pesado, los compañeros no te ayudaban a nada, escondían su código, y me sentía menospreciada en un mundo de puros hombres, por lo que termine renunciando y odiando a sistemas. Unos meses después, encontré un trabajo como auxiliar administrativo; amaba ese trabajo. Aprendí más cosas sobre mi misma, mejore la atención al cliente, tuve un mejor manejo de estres, estaba cerca de mi casa; y a pesar de que no pagaban mucho me sentía feliz. Hasta que me di cuenta que me hacía podía hacer más. Fue cuando una amiga me consiguio una entrevista para poder postularme como desarrollara en CDMX. Aunque no quería ir y odiaba programar, me atreví y fui a la entrevista, donde afortunadamente que me aceptaron. Aunque en un inicio fue dificil, volver a introducirme a la tecnología, mi líder tuvo mucha paciencia conmigo, aprendí mucho de él y pude mejorar mis habilidades profesionales y personales. Lo que odiaba, me empezó a gustar y poco a poco fue avanzando.

Hoy me doy cuenta que todo esto me ha permitido llegar a donde estoy. En cada trabajo por pequeño que sea, he aprendido a no rendirme, a dar siempre el 100% de mi, a demostrar que puedo y que a pesar de las lágrimas, el estrés y las dificultades, siempre podemos avanzar. La buena actitud y una sonrisa, te ayudan ver las cosas con optimismo. Y por último, aprovechar las oportunidades que se te presentan, para después no arrepentirse.

TORRES RODRIGUEZ LISANDRO MANUEL

student•

Yo estaba en mi casa, me preparaba para mi examen de admisión a la universidad, no trabajaba ni estudiaba, salía mucho con mi familia y vivía a gusto. Sin embargo, llegó la presión de darme cuenta que en un examen de admisión concursan muchos estudiantes, y al darme cuenta que la carrera de arquitectura iba a ser muy competida, me entró el nerviosismo y la ansiedad, por lo que tuve que ponerme a trabajar en mi ingreso. Por suerte encontré diversos recursos como cursos en internet, en YouTube, libros digitales, los cuales me ayudaron a formarme de manera rígida.

Aunque tenía todos los recursos, me di cuenta que mis niveles de conocimientos no eran altos, casi que tenía que empezar por los fundamentos de todo los temas que se podían presentar en el examen, así que tuve aproximadamente 3 meses para prepararme desde cero en varios cursos. Me di cuenta que soy una persona autodidacta. Aprender lo que uno quiera es bastante sencillo, es solo cuestión de buscar información y querer hacerlo. A día de hoy pude ingresar a la universidad, siendo de los pocos seleccionados, y teniendo calificaciones decentes.

Y sé que si necesito saber algo, no ocupo que una persona me lo enseñe, yo mismo me lo puedo enseñar si me esfuerzo.

Silvia Ramirez Galindo

student•

1. Mundo ordinario: ¿Dónde estabas al inicio?

Yo era enfermera. Trabajaba muchas horas, cuidaba pacientes con amor… pero por dentro me sentía vacía. Había tanta carga emocional, tantas responsabilidades, y tan poco espacio para respirar. Me esforzaba por dar lo mejor, pero sentía que lo que yo pensaba o proponía pasaba desapercibido. No se trataba solo de cansancio físico, era como si mi alma estuviera apagándose poco a poco. Y lo más doloroso… era que me estaba acostumbrando.

2. Llamado a la aventura: ¿Qué pasó que te hizo darte cuenta de que tenías que cambiar algo?

Un día, después de una jornada especialmente dura, salí de la clínica con los pies adoloridos y el corazón aún más. Fui caminando a la parada del bus y allí lloré. No sabía si era tristeza, agotamiento o frustración, pero sí sabía algo: no podía seguir así. En medio de ese silencio, sentí una voz interna que me dijo: “Este no es tu lugar final. Tu propósito no termina aquí”. Ese fue mi llamado. Suave, pero claro. Y me atreví a escucharlo.

3. Aliados y mentores: ¿Quién te ayudó a avanzar?

No lo hice sola. Dios fue el primero en guiarme. Pero también llegaron personas clave: amigos que me dijeron “yo creo en ti”, líderes que me dieron espacio para servir con libertad, y hasta pacientes que me regalaron palabras que aún guardo como tesoros. También me ayudó el ensayo, el error, el volver a intentar. Cada libro, cada oración, cada lágrima fue parte del camino. Y así nació Nephesh. No como un proyecto… sino como una respuesta del alma.

4. Crisis y obstáculos: ¿Qué fue lo más difícil?

Soltar el control. Renunciar a una estabilidad que me estaba enfermando, a un salario seguro, al “nombre” que me había dado ese trabajo. Pero lo más difícil fue enfrentar el miedo: miedo a no ser suficiente, a equivocarme, a decepcionar a otros. También tuve que enfrentarme a mí misma, a heridas que venía cargando en silencio, y a una necesidad profunda de aprobación que me robaba la paz.

5. Transformación: ¿Qué aprendiste o cambió en ti?

Aprendí que el alma también enferma… y que puede sanar. Descubrí que mi valor no depende de lo que hago, sino de quién soy en Dios. Que la sanación verdadera empieza cuando dejo de luchar sola y empiezo a habitar el descanso. Hoy ya no necesito validación externa. Ahora escucho mi cuerpo, honro mis emociones, y vivo desde un lugar de integridad. Me reconcilié conmigo misma.

6. Regreso: ¿Qué puedes compartir hoy con otras personas gracias a esa experiencia?

Hoy puedo decir que hay vida después del agotamiento, propósito después del caos, y belleza en medio del dolor. Por eso creé Nephesh: para acompañar a otros en ese mismo proceso de sanación integral. No desde la teoría… sino desde la experiencia. Si tú estás sintiendo que ya no puedes más, quiero que sepas que sí hay un camino de vuelta al alma. Y no estás sola.

Roxana Argüello Monroy

student•

Yo trabajaba en una empresa donde por más que busque una oportunidad de crecimiento se me negaba por traer a personas de otros lugares.

Yo me sentía cansada, frustrada y ya no me hacía feliz ir a trabajar, me pesaba levantarme todos los días y sólo quería que el día pasara rápido.

Conocí a una persona que me hizo darme cuenta de que tenía todas las habilidades para ser más, para explotar mi potencial pero que ese no era mi lugar.

Lo más difícil fue tomar la decisión de renunciar y empezar de nuevo, sin ninguna propuesta en puerta, con la incertidumbre de lo que pasaría. A los pocos días yo tenía un trabajo nuevo, totalmente distinto a lo que había hecho por años y aprendí de la empresa, me di cuenta que me era fácil adaptarme y realizar mis funciones adecuadamente.

Aprendí que da miedo tomar decisiones extremas y que es difícil dar el paso, pero que es una forma de decirse a uno mismo lo capaz que es de lograr lo que quiere.

David Ortega

student•

Mi viaje personal:

Estaba trabajando como ingeniero preventa en un empresa dedicada al sector de seguridad e infraestructura critica

Me sentía aburrido y poco motivado porque los trayectos desde mi casa hacia mi lugar de trabajo eran interminables

Mas de dos horas de trafico en donde no podía hacer nada mas que estar sentado en un bus .fue entonces que aburrido por esta situación decidí aprender nuevas habilidades digitales y cambiar mi enfoque profesional mirando otra sector en donde pudiera trabajar de manara remata . No fue un camino fácil llegaba agotado de mi jornada laboral y muchas veces solo quería terminar la clase para dormir , pero aprendi a tener fuerza de voluntad y que si quieres tener un cambio realmente importante en tu vida debes estar dispuesto a hacer sacrificios , hoy soy mas dedicado y agradecido porque se me abrieron otras oportunidades laborales y mejoras en mi economía.

Felipe Fajardo Quintero

student•

Durante mis primeros semestres de universidad no sabía si estaba estudiando la carrera correcta. A pesar de que la ingeniería electrónica me parecía muy interesante, no me apasionaba; sentía que “no era para mí”. Así que, después de un año de estar estudiando, decidí hacer un cambio de carrera hacia una más relacionada con el campo de la creatividad: artes plásticas.

Mi primer semestre tomando clases de arte se sintió muy bien. Conectar conmigo mismo a través del arte y el trabajo manual era algo que me llenaba espiritualmente. Sin embargo, socialmente no lograba conectar con mis compañeros. Aparte del arte, no tenía más cosas en común con ellos: la gran mayoría eran extrovertidos y prácticamente a ninguno le gustaba la actividad física como a mí. Eso me hizo sentir bastante aislado de la sociedad en ese momento.

En mi segundo semestre de arte, a principios de 2020, llegó una pandemia que cambió por completo el panorama académico. Las clases virtuales se volvieron monótonas y poco enriquecedoras, así que decidí desertar de la universidad. Fue un tiempo en el que me sentí fuera de lugar y frustrado por no poder encontrar “mi pasión” para construir una carrera profesional. Sin saber qué hacer, me postulé a un trabajo de servicio al cliente bilingüe y lo conseguí. Dejé de estudiar, y aunque al cabo de un año seguía sin tener claro qué hacer con mi vida profesional, al menos había encontrado un pasatiempo que luego se convertiría en una verdadera disciplina para mí: el ultimate frisbee.

A pesar de que me sentía entusiasmado por el deporte, seguía existiendo esa incertidumbre de saber que no tenía un futuro profesional claro. Por supuesto, no quería ser agente de servicio al cliente toda mi vida. Decidí entonces que iba a probar diferentes áreas del conocimiento hasta encontrar mi rumbo profesional. A finales de 2021 compré por primera vez la suscripción a Platzi y volví a estudiar.

Pasé unos cuantos meses explorando: primero marketing, luego finanzas y criptomonedas, programación, entre otras cosas. Todo me parecía interesante y se me daba bien aprender cosas nuevas, pero no encontraba algo que me generara el deseo de profundizar y seguir avanzando en una sola dirección.

Para septiembre de 2023 ya estaba exhausto de mi día a día en el call center, atendiendo clientes enojados todo el tiempo. Solo entrenar ultimate después del trabajo me ayudaba a olvidar el estrés laboral. Pero no me quedaba tiempo para estudiar: entre el cansancio emocional del empleo y la exigencia física del deporte, me sentía atrapado. Finalmente, decidí ponerle fin a esa situación y renuncié para enfocarme de nuevo en mis estudios.

Retomé Platzi, pero esta vez con un objetivo claro: quería desarrollar mi carrera deportiva, pero necesitaba un sustento económico estable para financiarla. Ya de vuelta en casa de mi madre, pasé todo un día analizando posibles carreras profesionales que pudiera escoger, basándome en lo que se me daba bien, lo que me gustaba hacer y lo que, además, cumpliera con dos premisas: que fuera bien remunerada y que tuviera la suficiente flexibilidad para desarrollarme en paralelo como deportista. Básicamente, cualquier carrera cercana a la industria de la tecnología era una buena opción. Sabiendo que resolver problemas era algo que se me daba bien y que las matemáticas siempre me habían parecido entretenidas, decidí inclinarme por la ruta de la ciencia de datos.

Hoy llevo casi año y medio estudiando programación y matemáticas. Estoy iniciando con estadística y probabilidad, y también profundizando en temas de inteligencia artificial y machine learning con la ayuda de un amigo que ya es científico de datos. Puedo decir, sin lugar a dudas, que han sido mis mejores meses en relación con los estudios, y dentro de poco empezaré a postularme a empleos en ciencia o análisis de datos.

Cuando miro hacia atrás y recuerdo mi expectativa de “querer encontrar mi pasión”, sonrío y pienso en lo ingenuo que fui. Primero, porque quería una carrera sin detenerme a pensar en el propósito de tener una. Y segundo, porque nunca tuve la paciencia ni la constancia para profundizar en todas esas áreas del conocimiento que exploré.

Hoy reconozco en mí a una persona curiosa, atraída por muchas ramas del conocimiento, pero también consciente de que, para contribuir de manera eficiente a la sociedad, debo ofrecer una sola cosa bien hecha y no muchas diferentes hechas a medias. Concluyo de esta aventura en el mundo del aprendizaje que las pasiones no son algo que se “tienen”, como si fueran un don concedido al nacer, sino algo que se construye con constancia, paciencia y disciplina. Una pasión es un poder que necesita un propósito mayor para mantenerte enfocado en avanzar y evitar distracciones en el camino.

Saul Corona

student••

Cada día que pasaba en la carrera de contabilidad me deprimía más, ya para el tercer semestre sabía que no veía con futuro en esa carrera pero no sabia a que más dedicarme, entre ahí porque no sabía qué otra cosa estudiar. Hasta mis 19 años de vida nunca me había planteado de manera consciente que sería de mi vida y por lo tanto estaba pagando la consecuencia de esa indecisión.

Llegó un punto en el que ya no entraba a las clases y comencé a reprobar, fue cuando decidí comenzar a buscar otras opciones tanto dentro como por fuera de la universidad, comencé a ir a conferencias, eventos y talleres de otras facultades, así como eventos fuera de la universidad de esta forma encontré platzi y aunque al principio no me llamó la atención la programación eventualmente lo que más me engancho a ese mundo fue encontrar que existían comunidades por tecnologías y que compartían todo su conocimiento de manera genuina, eso me hizo darme cuenta que ese era al mundo que quería pertenecer.

El inicio fue complejo, comencé por cursos en la plataforma de platzi, vi videos de Youtube, incluso en algún punto llegué a endeudarme con una cantidad brutal de dinero para poder pagar un Bootcamp todo con tal de poder ingresar a la industria de la tecnología.

Todo esto mientras seguía en la universidad pasando materias porque no sabia como poder dejar por completo la carrera ni como hablar de eso con mis padres, sabia que tenia que apurarme y encontrar un primer empleo apenas terminará las matería de mi carrera porque en ese punto también perdería el apoyo económico de mis padres, por lo cual me aferre a estudiar programación día y noche por meses todo con la esperanza de encontrar empleo pronto.

Una vez que termine materias en la universidad me inscribí a un Bootcamp (por lo cual me endeude por meses con un crédito) de otros 3 meses a tiempo completo, mi vida se volvió programar día y noche, aun con esto pasó otro mes hasta que conseguí mi primer empleo en una startup, un empleo es muy diferente a los cursos, fue una experiencia completamente retadora en lo técnico y compleja en otros aspectos ya que el ambiente laboral no era el mejor pero con gracias a este primer empleo es que se abrieron las puertas para en la industria “tech”, durante estos años el camino tampoco ha sido fácil pero hoy me encuentro mucho mejor y me dedico a algo que me apasiona.

Esta experiencia me enseñó a no rendirme y buscar una forma de lograr mis sueños y metas.

Juan Diego Cabrera Moncada

student•

Siempre me motivé por la robótica y la programación, de hecho el motivo por el que elegí ingeniería electrónica fue ese, conocer más sobre este mundo del que sólo había tenido nociones gracias a los robots simples que había armado en el colegio. A medida que los semestres transcurrían, los proyectos finalizaban, y los equipos de trabajo iban y venían, veía que ese fuego por la robótica se iba apagando, e iba siendo reemplazado por otro más fuerte, las telecomunicaciones y la ciberseguridad.

Con esta nueva llama también surgió un nuevo miedo, pues entonces estaría negándome a mí mismo todos estos años de esfuerzo que había destinado en mi carrera, que escasamente tenía transversalidad con esta nueva pasión.

Pero entonces, al ver ejemplares de ingenieros de mi área ejerciendo no sólo el fuerte de su carrera sino apoyándose en ella para otros proyectos, me di cuenta que no tenía que tratarse de una pasión desligada totalmente de mis conocimientos actuales. Sí, me tocaría empezar desde cero ciertas partes, pero "mejor empezar ahora que nunca", me repetía internamente. Y con este mantra en mano, y con unas ganas imparables de explorar ahora otros nuevos mundos, forjo el camino de mi vida, que me apasiona y que siento que es mío, ejecutado a cómo yo considere.

Nicolás Méndez Galvis

student•

Trabajo como periodista y un día me llegó un correo en el que nos invitaban a tomar un mes de Platzi gratis.

Sin pensarlo no desaproveché la oportunidad pues siempre había querido explorar la plataforma y siempre me había interesado aprender de Storytelling.

Así que decidí inscribirme, nos dieron una capacitación y arranqué en la plataforma gracias al respaldo de la compañía y de la oferta de Platzi.

Cuando abrí mi cuenta no sabía si hacer el curso de Storytelling o de AI pues solo tenía un mes de prueba y tenía que decidir.

Finalmente pensé que iba a ser más enriquecedor en estos momentos y para mi carrera aprender a contar mejores historias y al recorrer varias de las clases del curso confirmo que fue la mejor decisión.

Como periodista considero que el Storytelling me ayuda a contar mejores historias y ahora tengo mayores conocimientos en este campo.

Considero que todos los periodistas deberían explorar estos conocimientos pues son herramientas que pueden potenciar nuestro trabajo y nuestras vidas.

Axel Corona

student•

2 exámenes, 3 entrevistas y llegó mi oferta laboral. Al entrar me comentaron que de 100 aspirantes fui el seleccionado. Me sentí la personas más lista de mundo, lástimas que la sensación sólo me duraría minutos.

Mi primera tarea asignada, crear un ppt, sentí que era pan comido y que me iba a comer al mundo. Presentía que mi jefe me daría un aplauso, sólo recibí críticas y desilusión.

La decepción fue tan grande con la calidad de mi trabajo entregado que le comencé a dedicar horas a practicar cómo mejorar slides en powerpoint, a escribir y redactar como mi jefe, a quedarme hasta tarde viendo ejemplos de mi colegas.

Por más que lo intenté, siempre recibía críticas de que no estaba bien hecho mi trabajo.

Un día , saliendo de una reunión con cliente, mi corazón entendió qué era lo que querían, con mis nulos conocimientos, hice una slide y se la mostré a mi jefe. La vió dos veces y por primera vez escuché un "Eso está bien hecho"

Desde ese día, hacer slides se convirtió en mi pasatiempo favorito.

Brandon Vargas

student•

Por esto renuncié a mi anterior trabajo

Solía trabajar como ingeniero de energía en una startup en el sector de FoodTech. Tenía un buen salario, un horario tranquilo, con mucha flexibilidad y mis jefes eran muy buenos. Todo empezó a cambiar cuando un practicante ingreso a la empresa. También había estudiado energías renovables al igual que yo, y llegó a sacudirlo mi comodidad. Empezó siendo super competitivo, se comparaba conmigo, me retaba en las reuniones y erea supremamente productivo, una máquina.

Al inicio yo no le ponía mucho cuidado a sus provocaciones pero él era un top performer, trabajaba y pensaba muy rápido, me impresionaba. Día tras día se empezó a despertar esa competitividad que un día tuve. Recordé mis días como jugador de baloncesto de alto rendimiento. claramente me comparaba con él, como era que un practicante más joven que yo estuviese dando más resultados que yo, dije en mi orgullo.

Tenía mucho estrés en ese entonces y me ayudaba mucho hablar con mi novia y con un par de colegas con los que me la llevaba muy bien. El trabajo se puso super pesado pero poder expresarme y sacar lo que sentía me ayudaba a manejar la presión.

Muchas veces luché en mi mente con sentir una molestia muy profunda por este practicante, porque no solo era competitividad sino que su misma ansiedad me afectaba. Tuve pensamientos egoístas y muchas veces quise ser arrogante con él. Utilizar mi posición de autoridad para darle una lección. Pero menos mal lograba ponerme en sus zapatos, me estresaba pero algo que si mejoró fue mi nivel de paciencia.

Un día el practicante terminó su periodo en la empresa. Se fue a una otra empresa. Una persona así de apasionada y quizás un poco obsesionada, no pudo encontrar mejor logar para desatar todas sus capacidad que un fondo de capital de riesgo. Yo volví a la tranquilidad de mi equipo de trabajo, todo se sentía tranquilo de nuevo. Todo parecía normal, mis compañeros, la empresa, el mercado, pero algo había cambiado. Cambio algo dentro de mi, se había despertado algo que no me dejaba dormir. El deseo de ser mejor, la sensación de que podía hacer mi trabajo a un nivel más alto y estar aportando mucho más.

Decidí salir de la zona de comfort y renuncié a mi empresa para irme a una startup donde pudiese colaborar en retos más exigentes. No fue fácil dejar un lugar donde todo parecía estar bien y cambiar un equipo con quien disfrutaba colaborar. Pero no arrepiento de la decisión, mi siguiente trabajo fue durísimo tuve que aprender sobe un nuevo sector de la industria, aprender a programar, a hablar otro idioma y hoy veo que se podía.

A veces Dios nos envía personas para sacar lo bueno y lo malo de nosotros. Depende de cada uno que decide hacer con las situaciones difíciles. Si tienes ese llamado de que puedes generar un mayor impacto, hazlo! Da ese paso incluso con miedo, acepta el reto, envía esa hoja de vida, declárate a esa chica, haz ese viaje, publica ese post.

¡Tu yo del futuro le va a agradecer a tu yo del presente por la decisión!

Ángel Leonardo Hernández García

student•

“Al estar un día cualquiera en el salón de clases comencé a usar mi celular para una actividad sin embargo era un dispositivo sencillo, modesto vaya…, puedo hacerlo con la básico, el 100% de mis actividades las hacia como “rústicamente” he aprendido, mis compañeros en cambio empezaran sin temor a usarla más y más, actividades más rápidas y sin esfuerzo, atractivo totalmente.

Normalmente decía “No necesito la IA para mi día a día” ¿por qué quisiera que se robaran mi información? Era lo mas normal ser un escéptico en un país donde la seguridad parece un chiste de mal gusto, sin embargo, note que más y más personas, no solo mis compañeros en la universidad, si no en el mundo entero probaban y experimentaban con las modelos de Inteligencia Artificial y obtenían resultados asombrosos, era momento de enfrentar la realidad, “tomar el toro por los cuernos” como dicen. Piensas y piensas que hacer con tanta información al alcance, que preguntar, como hacerlo, y el gran desafío seria integrarla a la vida cotidiana sin dañar y maltratar la inteligencia natural que nos acompaña y desarrollamos con todo lo que vivimos, buscamos aprender en nuestros entornos, como dar lugar y aceptar darle la confianza que reemplace ciertas actividades como organizar tu agenda, gestionar tus finanzas ¿por ejemplo?... nada fácil honestamente pero el cambio estaba sucediendo e irrumpiendo en las economías mundiales para dar apertura a una nueva era.

Fui probando con una, después con otro modelo porque escuchaba que había diferencias y quería comprobarlo porque ilusamente creí que todo era lo mismo, después que vi un razonamiento distinto en varios aspectos, me pregunté… ¿Qué información y de donde la tomaran? ¿Cómo lo harán? ¿Cómo son los lugares donde se tienen a estos sistemas? Bueno muchas cosas me toco aprender, conforme fui entendiendo me di cuenta que esta área la comprendo mucho mejor que cualquier otra, cuando percibí esto, me animé a automatizar con herramientas sin código y ¿adivina qué? Tuve grandes avances, logré implementar un modelo que leía los CV con IA y te proporciona un análisis 360 considerando los perfiles de puesto y descripción de puesto, muchas dudas, muchos problemas al gestionar licencias, permisos, pagar API de IA, esto no fue nada fácil e invertí mucho tiempo, pero en el intentar amplie mis capacidades y hoy día, estudio para analista de datos, los limites los pone uno mismo."

Katherine Rose Bermúdez Urbina

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Me desempeñaba en el banco muy bien y por todos, reconocido mi trabajo al punto que no me proponían a lo largo de 8 años para un ascenso por reconocimiento. Al consultarle a mi jefe sobre esa posibilidad cuando una compañera renunció y dejó un puesto vacante, me dijo que tenían otro perfil para ese cargo. indignada, empecé a buscar otras opciones dentro de la empresa y pasar correo a rrhh con ese propósito, éstos optaron por avisarle a mi jefe y éste desde luego, se molestó por algo que ya sabía..

indignada y con el sentir malo de perder tiempo , me arriesgué y comencé a plantearme un plan silencioso para regalarme mi ascenso. Tomé mis vacaciones y me activé a ir a entrevistas y en una opté para laborar para salir desde dónde estaba.

Al retornar informé sobre mi renuncia y fue allí cuando me ofrecieron un ascenso y acepté sin pensar. Me sentí mal después porque no debí pero lo justifiqué debido al tiempo que tuve en esa espera. A los 2 meses renuncié de manera irrevocable. Esta situación me enseñó que ante todo , debo respetarme a mi misma y así tenga todo el miedo de la incertidumbre, nuevas oportunidades llegarán para renovarme y seguir creciendo en todo sentido.

Ángel Leonardo Hernández García

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Un día cualquiera en la misma oficina, en el mismo lugar, la misma computadora y el mismo entorno, que complicado sentirse útil en un lugar donde los cambios no tienen reflejo alguno, donde las mejores ideas pueden desaparecer al no ser tomadas en cuenta o escuchadas, saber que es lo que hay que hacer y repetir como robot día tras día, en ese lugar me encontraba, sin un sentido de pertenencia

Mientras tomaba agua y veía los mismos correos con los problemas de siempre había un correo que resaltaba más que todos los demás, el correo era de una plataforma de cursos la cual anteriormente había ingresado por curiosidad, el correo era una invitación a un curso sobre automatizaciones sin código (Algo más digerible para quien no sabe mucho de programación), algo que jamás había intentado, me decidí a tomar el reto, no había nada que perder.

Al ingresar a la plataforma, busque y mire el temario, note palabras nuevas y ajenas a mí, un razonamiento distinto con el cual no estaba muy familiarizado, le Conte a mi amigo José, él me dijo…

- “Adelante, no temas, será algo que te representará una nueva manera de aprender y eficiente tus tiempos, la computadora trabajará para ti”

El estudio Ingeniería en Programación, para mi fue la opinión de un experto, su positivismo me lleno de motivación y comencé poco a poco con el curso.

El principio, las primeras automatizaciones se sintieron como cuando haces algo tan bien que la satisfacción es indescriptible, llego el proyecto final…Automatizar un análisis de CV 360 para Recursos Humanos, el reto fue tal que no entendía como empezar y donde terminar, aplique muchísimas consultas externas para pulir y mejorar varios pasos, una vez termine el proyecto decidí probar con un temor enorme…la hora de la verdad había llegado; y ¿el resultado? No funcionaba por completo, se detenía a la mitad, lo corregí una y otra vez, lo probe mas de 50 veces, ninguna con éxito en siquiera analizar el flujo, me sentí derrotado, fueron casi 10 días de intentos, honestamente rendirme cada vez era más una opción, un día lo retome y me dijo a mi mismo que ya había llegado bastante lejos como para abandonarlo, prueba y error, prueba y error hasta que por fin obtuve tal análisis, no concebía la capacidad que había adquirido, fue una sorpresa grata y agradable.

De pasar de la derrota a la victoria, fue un logro que despertó algo clave en mi en el proceso, la resiliencia y el no rendirse, valorar cada pequeño paso que damos es importante para darse cuenta que no todo este perdido y que los obstáculos son eso, simples obstáculos que aparecerán.

Hoy día trato de mantener y transmitir esa energía cuando veo a alguien que no le resultan las cosas como esperan, a que rendirse es solo un momento y nada dura para siempre, el intentar y aprender forman parte de cualquier camino y que lograr cualquier cosa es cuestión de paciencia.