¿Por qué son mujeres las que presentan la sección del entretenimiento en las noticias? ¿Cuáles son las oportunidades de crecimiento para una mujer en la industria del periodismo?
Sandra Escobar, líder, periodista y escritora llega a La Eme para ayudarnos a responder estas preguntas y además nos cuenta sobre su lucha contra la autocensura, cómo lidiar con la sobre-exposición en medios y lo que puedes hacer para que tu voz resuene en una industria que desdibuja el rol femenino (puedes hacer clic en la imagen para escuchar el episodio):

Sandra comenzó su carrera en radio a los 14 años en un pueblo de su país y desde entonces supo que se dedicaría al periodismo. Sin embargo, lo que nunca imaginó es que esa decisión tendría un precio que tendría que pagar.
Mujeres para la sección de entretenimiento
Dentro de los medios de comunicación, los eventos de belleza o posiciones como presentadora y animadora eran los puestos para las mujeres que por defecto estaban disponibles.
Desde hace años se mantiene la misma tendencia de ver mujeres presentando la sección del entretenimiento en las noticias o la sección del clima. Tener role models femeninas en otros campos del periodismo es el camino que hace que las mujeres que vienen detrás puedan aspirar a especializarse en otras áreas en las que comúnmente es difícil ver a alguna de nosotras.
Autocensura
Una experiencia que nos compartió Sandra en el episodio fue lo que significó para ella enfrentarse a las cámaras por primera vez, ponerse en el ojo del huracán y sobre-exigirse ella misma para concentrarse como mujer en su imagen física. “Eres por cómo te ves” le decían y en medios sí que cobra relevancia esta frase. Aprender a lidiar con la inseguridad y la sobre-exposición no es sencillo porque no hay alguien que te enseñe cómo hacerlo.
El pensamiento de muchas de nosotras cuando pasamos por una situación en la que nos veamos vulnerables es “guardo silencio porque quiero evitar problemas, porque quiero cuidar mi trabajo, porque no te vean como una mujer histérica o como alguien que no es profesional”.
Cuando tocas privilegios te encuentras en una posición vulnerable en donde tienes que responder con tu trabajo. Finalmente terminas sobre-esforzándote sintiendo que estás en una piscina queriendo salir a flote y sintiendo que siempre hay alguien que te impulsa de nuevo hacia abajo. Esto hace que el camino sea el doble de difícil, que te agote mentalmente y que tu camino sea una continua búsqueda por un respiro.
Del acoso y otros males
El plot-twist es que tanto trabajo puede no dar los resultados esperados. Generalmente todos nos esforzamos para hacer un buen trabajo y que nuestro esfuerzo se vea recompensado, como, diría una, en cualquier lugar.
Sin embargo en los medios resulta muchas veces que tus méritos a la final no son tuyos sino de los atributos que tienes o de lo que tuviste que haber hecho por debajo de la mesa para lograrlo porque es que es muy difícil pensar que es posible que tú como mujer o a la edad que tienes, estés en la posición en la que estés sin haber utilizado algún truco raro. El pensamiento común: Debiste haberlo logrado por medios que los varones no pueden utilizar.
Por último, algo que nos dicen a nosotras todo el tiempo es que las mujeres no podemos ser buenas profesionales, aspirar a ser líderes o una posición más alta, y llevar una familia, cumplir como mamá y esposa, al mismo tiempo.
El sentimiento de culpa es otro de esos males en los que nos vemos envueltas. Hay una disyuntiva en donde tenemos que decidir el éxito profesional o el éxito personal cuando para nosotras muchas veces no es “esto o lo otro”, más bien son las dos cosas si es que así lo quiero.
Una decisión por la que pagas un precio altísimo de críticas, de trabajo duro o de prejuicios cuando elegiste una cosa sobre la otra. Porque es que al final de cuentas, en nuestra conversación con Sandra, de lo que nos dimos cuenta es que no hay un camino correcto. Lo que sí tenemos son mujeres brillantes, valientes y decididas a trazar su propio camino y a desafiar esos estereotipos con los que nos tropezamos todos los días.
El Diccionario de Bolsillo de La Eme
En este episodio, Sandra nos compartió una frase que su abuela usa mucho con sus hijos:

Recomendaciones
- Libro: Doce mujeres. Doce historias. Sandra Escobar.
*Las protagonistas de este texto se caracterizan porque han abierto camino, cada una en su área, para las nuevas generaciones: es allí donde radica el valor de que sus historias de vida sean documentadas en un libro.
El cine, la danza y la pintura son algunas de las artes que las protagonistas han cultivado luego, en la mayoría de ocasiones, vencer obstáculos que no les han impedido conquistar sus anhelos e inspirar a quienes las rodean.*
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Libro: Series Largas, novios cortos. Juliana Abaúnza
«A mis amigas siempre les digo: no repitan novios, repitan series. Así te hagan llorar, así tengan inicios prometedores y finales atroces, no te rompen el corazón (casi nunca). Lo que sí pueden hacer —o al menos lo hacen para mí— es levantar un espejo para entender lo que está pasando en nuestras vidas. Por eso escribí este libro». -
Libro: Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola
Mujeres que corren con los lobos es un fascinante mosaico de historias que nos ofrece una nueva visión de lo femenino y de sus posibilidades. -
Perfil de Juliana Abaúnza en Instagram.
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Artículos de opinión de Simone Biles.
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