¿Cuántos de nosotros no hemos sentido un nudo en el estómago al hablar en público? Nervios, manos sudorosas, cuerpo gelatinoso… son algunos de los síntomas que podemos llegar a tener al pararnos frente a unas cuántas decenas de personas. Sin embargo, algo que me funciona para estar más relajada es . tener un proceso en el que pueda prepararme y practicar para cada presentación. Organizar mis ideas y crear materiales de apoyo me ayudan a evitar un ataque de ansiedad en medio del escenario. A continuación te contaré una serie de pasos que me funcionan para poder darle forma a cada presentación y así poder sentirme más tranquila.
En este punto del proceso de desarrollo de la presentación solo tengo un tema sin un punto de vista o mensaje principal desarrollado, así que lo primero que hago es recolectar todos esos artículos, libros, videos, etc. que estén relacionados con el tema de la presentación. Los guardo en marcadores y con ayuda de Google Docs voy recolectando todas esas notas y citas que vaya considerando relevantes. Esto me ayuda a que tenga una visión general de todo lo que voy encontrando y vaya uniendo ideas. Algo que hay que aclarar es que mucho de lo que en un principio se investiga termina quedando fuera de la presentación. Sin embargo, todo este conocimiento que vas adquiriendo a través de la búsqueda de información te puede ayudar a dar ideas para charlas futuras.
En esta etapa hago un resumen general de la charla y comienzo a ajustar mis pensamientos con ejemplos o demostraciones que pueda compartir y que sean relevantes para el tema. Desarrollo un boceto con los puntos principales que considero importantes para la plática y trato de adaptarlos con algún tipo de narrativa. Por lo general, estos puntos son las respuestas a las siguientes preguntas:
Tip: No escribas palabra por palabra cada parte de tu charla ni la memorices. Si lo haces y llegas a olvidar algo, los nervios pueden traicionarte. Escribe una introducción y una conclusión para saber que estás resumiendo bien el tema, de resto haz una lista con las ideas principales, ejemplos, demostraciones y referencias.
Una vez que ya tienes definidas las ideas principales y tienes una estructura más o menos clara de cómo será la charla, el siguiente paso será trabajar en lo visual.
En este paso es donde comienzo a crear las diapositivas basándome en el boceto que hice en el paso anterior. Una diapositiva por cada punto importante del tema, agregando capturas de pantalla y ejemplos para ir organizando todo. Mientras voy creando las diapositivas y poniendo todo en orden, voy practicando en voz alta cómo sería el flujo de la charla para corroborar que todo esté quedando bien. Este también es un buen punto para ajustar el contenido si tenemos un tiempo límite en la charla. Revisemos toda la información que hemos recolectado hasta ahora y agreguemos, eliminemos o reorganicemos de ser necesario.
Practicar es importante pero también puede ser incómodo. Cada uno de nosotros podemos encontrar una forma de ensayar que nos haga sentir cómodos. Por ejemplo, para mi es vergonzoso practicar frente a mi perro o hablarle a una pared por 30 minutos, entonces lo que hago es dividir la charla en pedazos más pequeños e ir ensayando de a poquito. Primero practico la primera mitad, tomo un descanso, hago otras cosas y luego empiezo con la segunda mitad. De esta manera me aseguro de que tenga bien controlado el tema.
Tip: De ser posible practica con audiencia real antes de estar en el escenario por primera vez, ya sea a tus amigos, familia, etc. Esto te ayudará a darte cuenta qué puntos del tema son tu fuera y con cuáles necesitas trabajar más para lograr transmitirlos de la manera adecuada.
Por último, yo siempre procuro ensayar al menos un día antes de que el gran día llegue para asegurarme de que todo el contenido está fresco en mi mente y no vaya a dejar nada importante a un lado.
La realidad es que siempre habrá algo que mejorar o agregar en tu charla, ya sea con nuevos puntos importantes en tu lista o con ejemplos. Cuando llegue el momento de dar esa plática y salgas del escenario, toma nota sobre lo que funcionó y lo que no funcionó. Es un buen momento para recordar en qué partes de la conferencia puedes mejorar. Si en el camino encuentras otros ejemplos o información relevante, agrégalos para utilizarlos en una próxima charla.
Por último, algo que he aprendido es que todos somos diferentes y habrá a quienes este proceso les funcione y otros que quizá se sientan más cómodos haciéndolo un poco distinto de acuerdo a sus hábitos y preferencias. Entonces no te preocupes si tu proceso no se parece en nada al mío, puedes contarnos lo que te ha funcionado en los comentarios de abajo. Y si aún no has encontrado un proceso que te haga sentir bien, experimenta con distintas técnicas, seguro encontrarás el que se acople a ti. ¿Te gustaría aprender más sobre técnicas para hablar en público en Platzi?
Gracias por los tips Fanny!