Minecraft es un juego creado con mucho amor y los jugadores lo han sabido corresponder. Este juego se adapta a tus necesidades. Un día puedes quedarte en tu base, con tus animales y ser feliz decorando tu espacio, por la noche te vas a explorar una cueva y el día siguiente tomas tu caballo y vas a matar a la dragona, no sin antes ir al inframundo por materiales raros y legendarios.
Gran parte de la magia de Minecraft, está en la posibilidad de hacer algunos mecanismos sencillos que te ayudan a obtener recursos o sencillamente automatizar tareas. Para esto tenemos a nuestra amiga la Redstone (Piedrarojiza), este pequeño polvo rojo nos permite trasmitir un impulso eléctrico capaz de activar o desactivar algunos elementos.

Conforme avanzas en tu aventura, empiezas a requerir mayor cantidad de recursos y necesitas producirlos de una manera rápida y eficiente. Uno de estos recursos es la caña, que sirve para obtener azúcar y papel.

Automaticemos el trabajo pesado
Pudiéramos crear un sistema donde tengamos una fila de caña, con una fila similar de pistones a un lado y nosotros activarlo mediante Redstone y una palanca.
Esto por si solo ya es un programa
Cuando Palanca se activa Pistón se dispara.
Cuando Palanca se desactiva, Pistón se retrae.
Pero esto no es, es práctico, la caña tarda en crecer y se necesita que nosotros lo activemos cada vez. Si pudiéramos automatizarlo, sería mucho más práctico. Así que podemos agregar un observador.
Mejorando el proyecto

Los observadores son elementos de comportamiento simple. Si detectan cambio en el espacio que tiene frente a ellos en su cara de “observador”, mandan una señal eléctrica por la cara contraria. Si no hay cambio, no mandan nada. El observador va a detectar cuando la caña triplique su tamaño va a lanzar el impulso para activar el pistón. Entonces ya tenemos alguien que cumple nuestra función de “activar la palanca”. Y cuando el piston corte la caña, el observador dejará de lanzar el pulso ,asi que el pistón se vuelve a retraer dejando que la caña vuelva a crecer
Este mecanismo se puede mejorar, si colocamos un dispensador lleno con polvo de hueso. El polvo de hueso sirve de fertilizante, y acelera el crecimiento de las plantas.

Perfeccionemos el algoritmo
Toca ponernos manos a la obra y hacer que nuestra estructura cambie. Pondremos dispensador frente a la base de la caña, arriba el pistón y un observador hasta arriba.
Por atrás, colocamos una escalera de piedra con Redstone en todos sus peldaños para que la señal eléctrica pase y active nuestra secuencia.
Ahora sí, podemos iniciar esto, lanzando polvo de hueso, en una sola de las cañas, esto hace que la caña crezca, el observador lo ve, dispara el pistón e inmediatamente después activa el dispensador de polvo de hueso, fertilizando la caña, y es aquí donde se forma un ciclo, que durará hasta que se acabe la reserva de polvo de hueso.

Este es un pequeño ejemplo de lo que se puede hacer con Redstone y algunos bloques. En Minecraft podemos hacer granjas de oro, de hierro, de experiencia y hasta jugar con la necromancia. Por todos estos motivos es que es uno de mis juegos favoritos, y con mucho gusto dejo que mis hijos jueguen, porque cuando hacen estos dispositivos, están empezando a jugar con ciclos, con condicionales y es un muy buen primer paso para empezar a programar. Y, ¿qué sigue?, como podemos ayudar a los niños a que programen?, ¿cómo hacer empiecen a pensar conscientemente en algoritmos?
¿Y ahora que sigue?
El paso siguiente es empezar con programación por bloques. Sus módulos, cuáles piezas de rompecabezas, nos permiten ir creando interacciones de complejidad escalable que fácilmente pueden terminar en un pequeño juego. Aquí es donde me van a preguntar ¿Platzi tendrá algún curso para que padres y/o hijos puedan aprender a utilizar alguna interfase como Scratch? Y la respuesta es ¡Sí!, tenemos un curso muy bueno de la mano de uno de nuestros mejores profesores y estrella dentro del Team Platzi. El curso Proyectos Creativos para Niñas y Niños. En este curso aprenderán a hacer aplicaciones móviles, mediante juegos. El profe es el genial Juan David Castro, quien preparo este curso con mucho gusto.

Como conclusión, quiero que nos quedemos con la idea de que los videojuegos no son algo malo. De hecho son una manera de conectar con nuestros hijos y pasar tiempo de calidad con ellos. Que mejor si, además, pueden servir como puerta de entrada a habilidades necesarias para la vida que les espera.
Curso Básico de Programación