La desinformación: el hecho noticioso del cual eres parte

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Desinformación, fake news, bulos (como le dicen en España), estos términos se han convertido en parte de nuestras conversaciones cotidianas. Por lo general en estas conversaciones culpamos a los creadores de contenido, a los noticieros, incluso a nuestras tías de difundir contenidos falsos. Sin embargo pocas veces admitimos nuestra responsabilidad frente a este fenómeno.

Vacunarse contra la desinformación es muy sencillo, pero antes de inventar una vacuna en contra de algún padecimiento, debemos identificar qué es lo que queremos combatir.

¿Qué es la desinformación?

La desinformación va más allá de las noticias falsas. De hecho, si buscamos en Wikipedia la definición de Fake News encontramos que se refiere a “escritos y publicaciones creados con la intención de hacerle daño a una agencia, entidad o persona, o de obtener beneficios financieros y políticos”.

Sin embargo, esta definición se queda corta. Muestra de ello es que Claire Wardle del portal First Draft nos menciona que existen dos tipos de información errónea: la difusión involuntaria de información falsa, que puede referirse a errores de traducción, falta de comprensión de lectura o simples errores humanos; pero existe también la desinformación deliberada, en donde quien crea el contenido sabe qué es falso.

¿Qué nos motiva a compartir y crear información falsa?

Eliot Higgings, periodista y fundador de BellingCat, un medio especializado en crear periodismo investigativo, definió en 4 pes las motivaciones que tenemos para compartir y crear información falsa. Passion, politics, propaganda y profit. Pasión, política, propaganda y ganancias económicas.

Usualmente, los contenidos falsos se crean por fanáticos apasionados por un tema, o para crear propaganda promoviendo una creencia. También se suelen crear para deslegitimar a algún candidato político o simplemente para incrementar las ganancias económicas de algún portal que vive de los clicks que tú le das.

A estas causas también podemos sumarle algunos hallazgos sobre el comportamiento humano que nos hacen más propensos a caer en la trampa de la desinformación:

Imitación: si mi líder de opinión o “role model” lo comparte, yo le creo ciegamente. No cuestiono a las personas que admiro.

Posturas políticas radicales: se suelen rodear de las mismas fuentes y lo esparcen más rápido en círculos target, creando un efecto de cámara de eco.

Falta de criterio: audiencias que desconocen que el contenido falso existe y tienen poco acceso a información calificada. Se presenta usualmente en círculos sociales cerrados o poblaciones aisladas.

Múltiples canales de divulgación: sirven como soporte de credibilidad, entre más veces vea un contenido en diferentes medios, más probabilidades tengo de creer en él.

¿Qué podemos hacer para evitar difundir información falsa?

1- Preguntarnos: esto que comparto… ¿podría afectar a alguien más?

2- ¿Confío en quien lo ha publicado originalmente?

3- ¿Con cuál intención estoy compartiendo este contenido?

Parecen preguntas existenciales, pero pueden ser el filtro inicial para evitar la propagación de las noticias falsas o contenido erróneo. Cuando le bajas a la velocidad por ser el primero en compartir algo que se ve atractivo estás aportando a la batalla en contra de la desinformación –no es gratuito que los titulares de las noticias falsas sean escandalosos o abusen del uso de adjetivos–.

Adicionalmente, cuando veas un contenido que te genera duda es recomendable visitar iniciativas de fact checking, como:

Estas organizaciones y medios independientes tienen equipos dedicados a la verificación de información, e incluso tienen mails abiertos a la ciudadanía para recibir solicitudes de verificación.

De seguro en tu país debe haber una iniciativa periodística o ciudadana dedicada a verificar, mediante técnicas profesionales, la información que circula en diferentes medios, incluso en Whatsapp. ¿Conoces alguna que no esté en este listado?

Por último, tomarse un descanso del consumo excesivo de noticias y de información de diferentes medios contribuye a que tu criterio para compartir contenido se oxigene y tome un descanso.

Cuéntame en los comentarios de este blog ¿qué haces para combatir la desinformación?

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